Al Orihuela, que le costó seis años salir de Tercera, no le ha ido nada bien en su regreso a Segunda B. Solo ha ganado un partido (eso sí, en el Rico Pérez) y, además, ha tenido que exiliarse más de un mes en Crevillent, después de que las lluvias torrenciales dejasen Los Arcos en estado ruinoso. Sí, mañana estrena la hierba natural, pero una parte de la grada está precintada, además de que otras dependencias están inutilizables.

El Orihuela estrena césped... y entrenador. José Francisco Grao, conocido como Pato, vuelve al banquillo de los escorpiones, a los que les ha costado casi dos semanas encontrarle sustituto a Miguel Ángel Villafaina por las dificultades del equipo, la propuesta económica y deportiva...

Con todo, nunca es fácil ganar en Los Arcos, donde, por cierto, nunca lo ha hecho el Castellón. En ocho visitas (Tercera, Segunda B e incluso fase autonómica de la Copa RFEF), solo ha logrado tres empates. En diciembre del 2017, en un partido con cuatro expulsiones en los orelluts (tres jugadores y Sergi Escobar), 2-0 con goles del exalbinegro Antonio Martínez y José Carlos Gómez.

Una curiosidad. Óscar Cano subió a Segunda B, en 2014, en una eliminatoria frente al Orihuela: el Betis B, en el Benito Villamarín, le dio la vuelta al 2-0, con cuatro goles en media hora (el 4-1, en el 95’). «Uno de los días más felices de mi trayectoria como entrenador», recordaba el granadino hace unos meses en Twitter.