Fran Escribá celebró ayer sus primeros 100 días en el Villarreal, una etapa que comenzó con el revés en la eliminatoria previa de la Champions, pero que ha ido remontando a pasos agigantados hasta convertirse en uno de los mejores inicios de temporada en la historia del club. La tercera plaza en la Liga que ostenta actualmente el conjunto groguet es la que decanta favorablemente estos 100 días en los que el preparador del Submarino se ha ganado la confianza hasta de los más reticentes a su llegada. Han sido 100 días «con muchas más luces que sombras», destaca Escribá, más que satisfecho, «tanto a nivel deportivo como personal», de haber dado el sí incondicional al Villarreal a principios de agosto.

Las luces a las que se refiere el entrenador amarillo hay que buscarlas en la Liga, la competición que más alegrías ha dado en este primer tercio de la temporada —con solo una derrota—; las sombras se pueden localizar en Europa, donde además de la triste eliminatoria ante el Mónaco marcada por las lesiones el Submarino se ha complicado la vida y se la juega en los dos últimos partidos de la liguilla de la Europa League, el primero la próxima semana en el estadio Letzigrund de Zúrich. Fran Escribá, sin embargo, no aprecia síntomas de nervios ante lo que le espera al equipo en un mes «muy duro», con nueve partidos. Confía en su máxima: «Lo mejor siempre está por venir».

CITA PARA «VALIENTES» / Y lo más inmediato es San Mamés. Una cita «importante», por aquello de ser ante «un rival directo», pero no considera Escribá que decisiva a pesar de que los amarillos se podrían distanciar en ocho puntos de los bilbaínos. «Ganar sería importante porque sería hacerlo en un campo de mucha exigencia y ante un equipo que lucha por lo mismo que nosotros, pero ni mucho menos descartaría al Athletic para ningún objetivo», sostiene el preparador amarillo, que tiene claro que San Mamés es un estadio para valientes. «Si vamos a jugar un partido físico, no tendremos nada que hacer y si salimos a mantenernos cerca de nuestra área estamos perdidos; te llegan cuarenta veces ya alguna entra. Si te metes atrás pierdes, así que esa no es la idea», explica.

PLAN ‘ANTI’ ADURIZ / Al contrario, Escribá buscará que su equipo defienda con el balón, manteniéndolo lo más alejado posible del área y de las cabezas de Aduriz —«aun controlando los centros laterales e intentando no conceder acciones a balón parado con faltas innecesarias, nos dará problemas»— y Raúl García, que «completan una de las mejores parejas de ataque de la Liga».

Poco relevante le parece a Escribá que los vascos no hayan sido capaces de ganar en sus últimos tres partidos de Liga. Y menos cuando el enfrentamiento es en San Mamés, «un estadio donde todo el mundo aprieta, desde el señor de la última fila hasta el utillero». «Es imposible ganar allí si no estás concentrado y eres valiente», vuelve a recalcar.

SIN FRENO / Para el técnico nada de lo hecho hasta ahora servirá si el equipo pone el freno en esta importante fase de la temporada que espera, con la oportunidad de seguir arriba en la Liga, certificar el pase a los dieciseisavos de la Europa League y encarrilar la primera eliminatoria de Copa, ante un Toledo al que el Submarino respetará al máximo pese a su condición de Segunda B —«somos favoritos, pero no iremos con chicos del filial», avanza Escribá—. La cuestión es que la buena dinámica del Villarreal no se detenga. «Si paramos, nos pueden pasar por todos lados», avisa.