El técnico del Villarreal, Fran Escribá, asumió los graves errores en las acciones que propiciaron la abultada derrota pero negó que el resultado sea consecuencia del actual nivel de juego de su equipo. Para el entrenador valenciano «sobre el terreno de juego nunca hubo esa diferencia entre los dos equipos que muestra el marcador, pero si cometes cuatro errores tan graves es imposible sacar algún provecho del partido».

Escribá manifestó que «en los primeros 25 minutos estuvimos bien plantados, pero desde el final de la primera parte y el inicio de la segunda lo perdimos todo. El partido se igualó cuando nosotros bajamos la intensidad, el ritmo, aunque no tengo explicación de por qué ha ocurrido esto».

El técnico reconoció que «no es una lectura fácil para el aficionado porque es un resultado durísimo, pero me quedo con que tres de los goles que encajamos fueron a balón parado por falta de concentración y el otro llegó en un error gravísimo, pero al margen de asumir esa falta de tensión tanto en los saques directos como en segundas jugadas, veo pocas pegas más».

disgusto por la derrota / Escribá también rechaza que se juzgue al equipo solo por un resultado. «No creo que se pueda entrar en una lectura de montaña rusa de sensaciones, de que si perdemos un partido todo es un desastre. Veníamos mejorando y lo demostramos en la primera fase del encuentro, por eso me parece una lectura errónea decir que todo está mal, aunque soy el primero disgustado por la derrota».

También añadió que «cuando el resultado es tan malo todo se va a ver así, que faltó orgullo y carácter, pero el segundo gol es un golpe muy duro para el equipo. Yo conozco muy bien a estos jugadores, y con independencia de este partido, este equipo está bien».

Por último, llamó a «pensar en el jueves, olvidar el mal humor con el que nos quedamos nosotros y nuestra gente para sacar adelante un partido importante en Israel».