Salvo en el pequeño reducto que es Vila-real en la élite del fútbol nacional, en el resto de la España balompédica nadie da un duro hoy por el Submarino. Para la gran mayoría, la solidez de un líder intratable en este inicio de Liga --cuatro victorias en cuatro partidos, a una media de tres goles por jornada--, la posibilidad de que el Madrid de Zidane arrebate a aquel irrepetible Barça de Pep Guardiola el récord de victorias seguidas en la competición de la regularidad o el regreso al once blanco de Cristiano Ronaldo y Gareth Bale es una montaña insalvable para los amarillos.

Pero parapetado en la tranquilidad del día a día de la Ciudad Deportiva, el Villarreal confía en sus posibilidades. Inmerso en una vorágine de partidos que no da tregua, Fran Escribá ha conseguido robar a la agenda un par de días para urdir su “plan anti-Madrid”. La fórmula no contiene ningún ingrediente de sumo secreto. “Hemos trabajado en cómo minimizar a los grandes jugadores que tiene el rival”, liderados por Ronaldo y Bale, reservados por Zidane en la última jornada y a los que el entrenador francés ya ve “al cien por cien”. Escribá aderezará la vigilancia sobre la BBC --que sería una BBM si Morata entra en el lugar de Benzema-- con un planteamiento “valiente” que buscará “la portería contraria”. No le vale al técnico amarillo basar toda su estrategia en la contención, basándose en los equipos que han ido al Bernabéu persiguiendo el 0-0 y han salido goleados. “El que va al Bernabéu dispuesto a defender un empate sin goles lo tiene muy difícil. Todo lo que no sea marcarle al Madrid te deja en una debilidad tremenda”, analiza el estratega del conjunto amarillo.

romper el ‘gafe’ // Tampoco amedrenta al Submarino el hecho de que solo haya podido arrancar cuatro exiguos empates en sus 16 anteriores visitas ligueras al Santiago Bernabéu, porque “las estadísticas están para romperlas”, proclama Fran Escribá, al que las últimas victorias del equipo ante Málaga, Zúrich y Real Sociedad parecen haber dado un empujón anímico, haberle envalentonado. Quizás por ello el preparador amarillo no duda de que sus jugadores tienen “los argumentos necesarios para conseguir la primera victoria en el Bernabéu”.

“Es nuestra obligación pensar que podemos ganar”, repite Escribá. En ese deber de intentar acallar a un Bernabéu preparado para la fiesta del récord de victorias consecutivas en la Liga -ya vislumbra la 17ª para superar al Barça-- el técnico del Submarino se ve en la tesitura de sacar “el mejor once”. No significa que Escribá renunciará a las rotaciones --se vienen 12 días con cuatro encuentros--, pero sí que las minimizará para sacar ante el Madrid “un once muy reconocible”. Jugadores como Jaume Costa, Roberto Soriano, Castillejo, Manu Trigueros o, incluso, el héroe del pasado domingo en el Madrigal, Nico Sansone, podrían empezar desde un banquillo que Escribá conformará pocas horas antes de pisar el césped del Santiago Bernabéu. De los 21 convocados, tres tendrán que conformarse con ver el partido desde la grada.

El resto estará ante el reto de hacer historia con la camiseta amarilla a través del balón. Sin Modric ni Casemiro en las filas enemigas, la medular amarilla intentará hacer del esférico su principal aliado para defender y, sobre todo, atacar al Madrid. H