Cuando todavía está en el aire quién será el amo del CD Castellón, hablar de qué puede suceder, en el ámbito de lo deportivo, es arriesgado. Pero para algo están los contratos de los jugadores, un total de 19 más allá del próximo 30 de junio, un aspecto crucial combinado con la continuidad, al menos a día de hoy, de Óscar Cano en el banquillo.

Si no hay salidas inesperadas o rescisiones, se puede decir que el Castellón de la temporada venidera está prácticamente construido desde sus cimientos. Aunque con matices, como conocer el portero suplente (Álvaro Campos, que ha disputado todos los minutos, es incuestionable), nuevamente un sub-23 (Jesús López finaliza contrato). Eso sí, haría falta gente para los dos carriles, especialmente el izquierdo, donde Ramón Verdú, que firmó solo por la campaña recién finalizada, tiene muy difícil seguir. El eje, con Eneko Satrústegui, Paco Regalón y Carlos Delgado, estaría bien cubierto, a expensas de saber qué sucede con Rubén García y Elián Guillén. Siempre, claro está, del posible cambio en la composición accionarial del club.

En cuanto a los centrocampistas más de corte defensivo, la previsible salida de Rafa Gálvez, con ofertas económicas jugosas para el jugador y la compensación que recibiría el club, unida a la desaparición de Theo García, deja a Marc Castells como el único futbolista de este perfil. En cuanto a los centrocampistas más asociativos, Rubén Díez y Rubén Ramos tienen cabida, pese a las dudas que ha dejado este último, con un papel residual en las últimas jornadas aunque muy del agrado de Cano. Una incógnita a resolver será si ofrecen la renovación a Antonio Caballero, en una tesituta muy particular: indiscutible hasta el último mes de la competición, ha jugado poco en la resolución de la temporada. La consolidación de Pablo Roig es otra de las variables a tener en cuenta a la hora de evaluar al jiennense.

LOS DOS EXTREMOS // Si se marcha Joseba Muguruza (otro con un muy buen cartel), el Castellón se encontrará con la necesidad de buscar futbolistas verticales, desequilibrantes y profundos para ambos costados, con la incógnita en torno a Julio Delgado --ha participado poco en los cuatro meses como ha albinegro--, junto al adiós de Óscar Fernández (cedido por el Alcorcón) y que Cano no ha contado con Kilian Morante.

Con todo, lo más problemático es la delantera. Esperan que David Cubillas eleve sus prestaciones realizadoras, así como Jairo Cárcaba (ha marcado goles salvadores, pero ha jugado mucho menos, y muy mermado, en el tercio final del campeonato). Futbolistas con un perfil de 9 pero necesitados de otro que jueguen más a los espacios, esa labor que tan bien ha desempeñado César Díaz. Pensar que el albaceteño pueda vestir de albinegro una campaña más es aventurado, por su situación personal. Si el Racing sube a Segunda A, renueva automáticamente; y si no, queda libre... y ahí el Castellón tendrá una feroz competencia para convencerle. Veremos qué sucede con Cristian Herrera, que regresa a Castalia.

EL BALANCE // No en vano, el Castellón ha encajado 36 goles, una cifra bastante aceptable, habiendo anotado a la vez 36, una anotación que le ha condenado a luchar solo por la permanencia: si quiere pasar una temporada más tranquila, requiere de un mayor caudal realizador, sin duda.