España dio un nuevo paso hacia las semifinales del europeo, tras golear (20-31) a Macedonia, en un encuentro en el que el conjunto español, liderado por un extraordinario Gonzalo Pérez de Vargas, ofreció una auténtica lección defensiva en el primer tiempo.

«Si queremos hacer algo en este europeo tenemos que mejorar en defensa», una frase que, casi a modo de mantra, los internacionales españoles no han dejado de repetir tras la derrota ante Dinamarca.

Propósitos que, en esta ocasión, no se quedaron en simples palabras, ya que España recuperó la solidez defensiva que le ha permitido pelear por las medallas en tres últimos campeonatos de Europa.

A diferencia de lo ocurrido ante los daneses, en esta ocasión los Hispanos sí se mostraron como ese bloque compacto, que a base de constantes ayudas y mucha velocidad de piernas anuló al rival.