Entre la vocación defensiva de las Islas Feroe y los problemas de España para hacer ancho el campo y encontrar espacios, el desnivelado partido se convirtió en una suerte de trámite desganado, por momentos desalentador, que terminó con una victoria trivial, pese al 4-0, sin conclusiones positivas, para seguir con el pleno de puntos en la fase de clasificación para la Eurocopa 2020, virtualmente resuelta.

Después del homenaje de El Molinón a Quini, para dedicarle un triunfo a Luis Enrique, en su casa, tras la pérdida de su hija Xana, por la que se guardó un minuto de silencio, un afligido Robert Moreno presentó una alineación con nueve cambios (repitieron Rodrigo Moreno y Sergio Ramos, que sigue sumando internacionalidades, hasta la 167, el récord absoluto con la Roja igualando a Iker Casillas).

DOMINIO Y tedio / El dominio territorial y del balón de España fue absoluto desde el primer minuto, una exageración retorcida de los partidos que han atormentado a la selección en el último lustro: ante un equipo parapetado en defensa, sin más objetivos que interrumpir el juego rival.

La obsesión del seleccionador de que su equipo sea vertical y convierta la circulación en disparos, quedó diluida ante la acumulación de efectivos de Islas Feroe. El equipo no desplegó la verticalidad, la profundidad y el dinamismo con el que ganó en Rumanía, fue un triunfo por derribo. La primera ocasión la generó Suso de la nada, el primer gol llegó, antes del cuarto de hora, tras un barullo en la frontal del área feroesa, que terminó con un dos españoles contra el portero que resolvió Rodrigo Moreno, en fuera de juego, tras el toque de Oyarzábal, que cuajó un buen partido.

POCAS OCASIONES / El juego no mejoró y España siguió trabada en intentos de atravesar por la zona central el frondoso bosque que planteó el rival, sin gran presencia de los laterales, los únicos ocupantes de las bandas.

Islas Feroe igualó las estadísticas de disparos a puerta a la media hora: 1, mientras el partido de España transitaba desde el aburrimiento hasta el desencanto. Con el leve despliegue feroés se destapó Thiago, responsable del atisbo de peligro que generó España para completar una decepcionante primera parte, donde el aburrimiento en El Molinón fue la tónica predominante.

MEJOR TRAS EL DESCANSO / España salió más animosa en la segunda parte, robó algún balón y disparó a puerta, hábitos perdidos en el primer periodo que, con poco, generaron otro gol para España. Rodrigo corrió por la banda, entró en perpendicular al área, su disparo cruzado entró, tras tocar en un defensa feroés, y el valencianista celebró con rabia el gol.

Con el 2-0, la selección de Robert Moreno recuperó cierta amplitud y velocidad —como ya ocurriera en el partido ante Rumanía del pasado jueves en Bucarest—, con el rival cada vez más entregado y con menos fe en su labor defensiva, pero la mejor ocasión fue feroesa, gratitud de un error de un Sergio Ramos que destacó en el partido por buscar con insistencia marcar un gol.

Ya en el tramo final, Paco Alcácer tuvo tiempo de ampliar su idilio con el gol en la selección (12 goles en 17 partidos) con dos tantos para adecentar el día. El ariete del Borussia de Dortmund con un doblete en dos minutos, tras un buen remate a pase de Thiago y poniendo la cabeza a un centro de Gayá, para mejorar sus buenos números, marcar por segundo partido consecutivo.