No valen de nada estos amistosos suele decirse. O quizá valen para mucho. Si acaso para constatar que España requiere del talento de Iniesta y Silva para iluminar su ataque. Con un minuto tuvo suficiente la selección de Vicente del Bosque para aplastar a una insignificante Corea del Sur, que se tomó la tarde libre en Salzburgo. Con un minuto bastó para descubrir un inmenso golazo de David Silva (m. 30), quien ejecutó de manera extraordinaria una falta directa. Poco después, con la selección asiática aún aturdida, apareció Cesc (m. 31) para dar por liquidado el penúltimo ensayo del actual campeón de Europa. No contento con eso llegó Nolito, uno que no está para perder el tiempo, y firmar el 3-0 (m. 38).

No había rival, pero España, con Casillas de titular -Del Bosque no se ha pronunciado sobre el portero titular aún-, entendió que tenía que sentenciar el partido lo antes posible. No estaba para desgastarse en esfuerzos inútiles ante una inocente Corea del Sur. Nada más iniciarse la segunda parte, y a la salida de un córner, cabeceó Morata (m. 50) el 4-0 ante la endeblez de Jin-Hyeon, el meta surcoreano.

Aprovechó Del Bosque los 90 minutos para constatar que Iniesta y Silva son los pilares del ataque, mientras le dio la oportunidad de dirigir el centro del campo a Bruno, el futbolista del Villarreal, además de hacerle cohabitar en la segunda mitad con Busquets, mientras Nolito iba a lo suyo. Cada balón que caía en el área era gol del delantero del Celta (5-0, m. 53). Lleva dos partidos con España y el jugador que quería Luis Enrique para el Barça en el pasado mercado invernal ha firmado pocos goles. Poca broma.

DEBUT DE SERGIO RICO

La velocidad y profundidad de Bellerín, un lateral atrevido que cabalga por la banda derecha, es otra de las buenas noticias para Del Bosque, a la espera, por supuesto, de medirlo en partidos de gran calado. Sin Corea del Sur por medio. Incluso el seleccionador se dio el lujo de hacer convivir en la media hora fina del ataque a Morata con Aduriz. A Bruno le tocó ejercer de central para formar el eje defensivo con Bartra.

Pero el tiempo de las pruebas -debutó incluso Sergio Rico, el tercer portero, supliendo en el último cuarto de hora final del partido a Casillas- se está acabando. Y el campeón, que terminó con otro gol de Morata tras otro error del portero surcoreano, no puede fallar como sí hizo en el Mundial de Brasil-2014. Después de ese gol, el delantero se marchó directamente al túnel de vestuarios. "No, no era nada serio. Solo se me puso duro el músculo", argumentó Morata.