España pasó del drama al éxtasis en el torneo femenino de baloncesto y la principal responsable fue Anna Cruz con una canasta sobre la bocina, que los árbitros tuvieron que revisar en vídeo antes de darle validez. El increíble lanzamiento de Cruz dio el triunfo frente a Turquía (64-62) en el cruce de cuartos y llevó, por primera vez, al equipo femenino a las semifinales de unos Juegos. El techo estaba en un quinto puesto en dos ediciones distintas: Barcelona y Pekín, mientras que en Atenas acabaron sextas. En semifinales les espera Serbia, vigente campeona de Europa, que superó contra pronóstico a Australia.

“Solo quedaban cuatro segundos, así que corrí toda la cancha, y cuando vi que tenía una posición de tiro, lancé”, explicó Cruz. “No sé ni cómo lo hice. Fue un churro”, dijo. Su tiro provocó un estallido de locura en el banquillo español. Campeona de la WNBA con las Minnesota Lynx esta pasada temporada, Cruz tomó el mando cuando España parecía condenada en un partido en el que Turquía marcó el ritmo. La selección nunca se encontró cómoda en ataque y acusó el mal día de Alba Torrens (6 puntos).

A seis minutos del final, el equipo de Lucas Mondelo perdía por ocho puntos (52-60), pero España volvió a la vida con un parcial de 12-2 en 3.44 minutos, con Cruz anotando 8 de esos 12 puntos y una defensa de presión ante la que Turquía no reaccionar. Tras la remontada, entró en los últimos 20 segundos por delante y posesión (62-60). Turquía robó el balón y Sanders empató a falta de cuatro segundos, tiempo suficiente para que Cruz corriera de canasta a canasta y anotara. H