España tuvo el debut soñado en el Europeo de balonmano y logró una convincente victoria frente a la República Checa (32-15). A la selección de Jordi Ribera no le costó demasiado soltar los nervios del estreno y ofreció una imagen más que convincente en su puesta en escena ante el rival, en teoría, más asequible del grupo D. Hungría espera este lunes al equipo español, que defiende la plata lograda hace dos años en Polonia.

Después de un primer tiempo sólido, con buenas acciones defensivas, con rápidas salidas en contrataque y acciones por los extremos, la selección se soltó y pasó por encima del cuadro checo con un ritmo intenso, buena circulación en ataque, una excelente actuación de Rodrigo Corrales, el meta del PSG, en la portería y muchas rotaciones por parte de Ribera para que todo el banquillo se sintiera importante, en especial los debutantes Dani Dujshebaev y Ferran Solé, máximo goleador del equipo con cinco tantos, los mismos que los barcelonistas, Valero Rivera y también Raúl Entrerríos, elegido el jugador del partido.