La selección española buscará hoy despedir a su capitán, Juan Carlos Navarro, subida en el podio y con una medalla de bronce en el cuello, ante Rusia (Cuatro, 16.00 horas).

El partido por la medalla de bronce quizá sea el más complicado de un campeonato, casi más que la final. La calidad de los participantes es tanta como la de los que se disputarán subir a lo más alto del podio y hay que añadir el aspecto psicológico de tratar de superar en pocas horas la decepción de no luchar por el título.

El equipo español tiene otro aliciente. Será el último partido de su capitán, de Juan Carlos Navarro. Y todos desean hacerlo, como dijo Ricky Rubio, «como Dios manda, desde el podio».

Enfrente estará Rusia, desaparecida del podio desde el 2011 en que fue, precisamente, bronce. Aleksei Shved es su gran líder. El máximo anotador, el que más tira y el que decide casi todo.

La selección rusa tiene un triángulo básico de jugadores con Shved, Timofey Mozgov, el pívot de los Brooklyn Nets en la NBA, y Andrey Vorontsevich, el alero del CSKA de Moscú, y otros cuatro jugadores que se reparten minutos en el perímetro, Kurbanov, Dimitrii Kulagin, Fridzon y Zubkov. Estos siete jugadores disputan más del 90% de los minutos y el cansancio puede ser otro de los aspectos que acaben por decantar un partido que se presenta muy igualado.