Hubo un momento en que los Juegos de Río 2016 amenazaban con ser una ruina para la generosa delegación española, más de 300 deportistas (un 48% de ellos mujeres) que no acababan de encontrar la tecla para acceder a los podios. Pero en un esprint final de cuatro días más que notable, el equipo logró situarse al mismo nivel que Londres, con 17 medallas, aunque algunas de mucha más calidad, como lo refleja que España abandona Brasil con siete campeones olímpicos y, en cambio, dejó la capital británica con solo tres. Gracias a ello, la delegación española ocupa el puesto 14º del medallero. Fue 21ª hace cuatro años y sexta en su mejor ocasión, en Barcelona.

MÁS CALIDAD // Solo en una ocasión, coincidiendo con esos Juegos en casa, los de Barcelona-92, el equipo español obtuvo más medallas de calidad que en Río. Entonces fueron 13 las medallas de oro conseguidas, pero desde entonces, el techo se había situado en las cinco de Atlanta-1996 y de Atenas- 2004. Siete veces ha sonado el himno español en Río con un deportista en los más alto del podio. Del mismo modo que los campeones han aumentado, también lo ha hecho la clase media, puesto que nunca hasta ahora España había colocado a 55 deportistas o equipos entre los ocho mejores, los que tienen derecho a un diploma olímpico. El máximo de diplomas hasta el momento había sido en Atenas-2004 (52).

España se fue a dormir el miércoles de la última semana con solo siete medallas en el zurrón. Los nervios afloraban. Pero las estrellas se alinearon para que, en un superjueves casi perfecto, La Roja se hiciera con tres medallas más y se asegurara dos para días posteriores (el baloncesto femenino y la de bádminton de Carolina Marín). A esos 12 podios se añadieron dos más el sábado (el segundo de Craviotto y el oro de Beitia) y tres más en un domingo muy provechoso: la gimnasia rítmica regresó a la élite, el baloncesto masculino encadenó su tercera medalla consecutiva y Carlos Coloma, en la última prueba con presencia española, dio la sorpresa en mountain bike, la especialidad en la que José Antonio Hermida ya había conseguido una plata en el 2004.

Carlos Coloma, un riojano de 34 años que había sido sexto en Londres, sorprendió a los mejores y se coló en la selecta lista de los 17 medallistas españoles el último día de los Juegos Olímpicos.

LAS ESTRELLAS BRILLAN // Detrás del abanderado Rafael Nadal, en la ceremonia inaugural del pasado 5 de agosto desfilaron muchos pesos pesados del deporte español que, a la hora de la verdad, han cumplido con las expectativas y han mantenido a flote el papel de la delegación. No han fallado y han tirado del carro. El propio Nadal añadió un oro en dobles al título individual de Pekín 2008. Pau Gasol no se ha ido de vacío en un baloncesto dificultado por el cruce de semifinales con EEUU. Mireia Belmonte ya suma cuatro medallas en dos Juegos, lo mismo que el piragüista Saúl Craviotto en tres. Carolina Marín se ha consagrado en el deporte que ya domina, el bádminton, y Joel González (taekwondo) y Maialen Chourraut no se han bajado del podio. Se podía esperar más, eso sí, de Miguel Ángel López, campeón mundial y europeo de marcha atlética; Mario Mola en triatlón; Marina Alabau en vela; Garbiñe Muguruza en tenis; y Ray Zapata en gimnasia, pero algunas sorpresas han compensado esas decepciones.

LA MUJERES DAN GUERRA // Si en Londres 2012 se produjo el sorpasso y, de las 17 medallas, 11 llegaron del sector femenino de la selección, en Río se ha mantenido la superioridad de las Guerreras, aunque más matizada: nueve de las 17 medallas han sido del sexo más fuerte, hablando en términos deportivos. Ruth Beitia, la taekwondista Eva Calvo, el baloncesto femenino y la halterófila Lydia Valentín se han unido a la fiesta y las mujeres han obtenido una proporción muy superior de medallas de la que correspondería a su 48% de presencia en el equipo. Y eso que en esta ocasión no han estado finas precisamente las que reciben la denominación propia de guerreras, las selecciones de balonmano y waterpolo, eliminadas en el fatídico cruce de cuartos de final por Francia y Rusia, respectivamente. Los malditos cuartos también fueron la sepultura de todos los equipos, excepto los dos de baloncesto.

REYES Y REINAS, EN PLURAL // A escala general no han sido unos Juegos Olímpicos de un único rey y una única reina porque las figuras se han amontonado logrando cosas nunca vistas. Michael Phelps, Usain Bolt, Neymar, el seudo dream team del baloncesto USA, en hombres; Simone Biles, Katie Ledecky, Elaine Thompson, el verdadero dream team del baloncesto americano, en mujeres. Así se podría resumir Río-16, que anoche echó el cierre. H