Hasta que Claver no elevó el 70-65 en el marcador a falta de 55 segundos no pudo dar por ganado España el partido ante Irán, el último del grupo. El duelo no sirvió para disipar las dudas que está generando el equipo de Scariolo con su irregularidad. Buenos minutos de inspiración y juego fluido se suceden con desconexiones que, como en el cierre de la primera fase, alimentaron las opciones de un débil rival. Italia el viernes, y Serbia, el domingo, obligarán a la selección a permanecer enchufada en todo momento.

Un triplazo de Marc Gasol —el único de los cinco intentados— puso el colofón (73-65) a un mal inicio que había empezado, precisamente, con un tiro de tres fallido del pívot. España no acertó en las cinco primeras posesiones. Una cierta indolencia en ataque y una defensa muy laxa permitieron a Irán ir siempre por delante.

EFECTOS RETARDADOS / Scariolo pidió su primer tiempo y los efectos fueron lentos. Tardó España en remontar. Hasta que no entró la segunda unidad y se cerró la defensa. La primera ventaja llegó con el 26-25 (m. 16) con un triple de Rudy y la máxima diferencia se alcanzó en el descanso (31-28). Con otro triple de Rudy. El tiro exterior, no obstante, no se ha afinado. La inspiración de Rudy brindó las pequeñas ventajas. La de Claver, con 8 puntos consecutivos recién alumbrado el segundo tiempo, selló la máxima diferencia. Con el 52-43 podía augurarse la claudicación de Irán. Pero no.

Los asiáticos siguieron a su bola, sumando y sumando hasta ponerse por delante de nuevo (52-53) para comenzar el cuarto cuarto desde cero, pero más cansados. Pero quienes habían comenzado tan mal arreglaron el desaguisado. Gasol, Claver, Rubio y Juancho evitaron que el problema fuera más allá que la urgente necesidad de que España se dé cuenta de que ha empezado todo un Mundial.