La arrolladora Serbia, el equipo que transitaba por el Mundial aplastando rivales, que se postula como la alternativa más sólida al trono de EEUU, besó la lona frente a España y perdió su imbatibilidad (81-69). Fue una lección de la selección en todos los sentidos. El bloque español recuperó una versión que parecía olvidada en este torneo, la del equipo que maneja los tiempos a su antojo y que desborda una confianza ciega.

En pocos encuentros ha llevado el conjunto de Scariolo una defensa tan hasta el límite (y tan a la perfección) como lo hizo frente al equipo serbio. Frente a los centímetros y la envergadura, talento y corazón. Con tres pequeños jugó España su mejor baloncesto y dispara su ilusión.

Brillante fue la actuación colectiva de España en concentración y acierto. Sobresaliente el despliegue defensivo, en especial de Rudy y Claver, que se multiplicaron en todos los aspectos del juego, y más que remarcable el trabajo de dirección de Ricky y Llull. Y la consecuencia fue un triunfo enorme que lo cambia todo y permite a España terminar primera, por lo que se enfrentará mañana a Polonia en los cuartos.

MÁXIMA TENSIÓN / Salió el conjunto balcánico exhibiendo músculo y centímetros. Y la verdad es que la versión inicial de Serbia fue arrolladora. En un visto y no visto, un parcial de 0-9 que les permitió doblar a la selección (6-13, m. 6) y gestos retadores.

No se amilanó España, sin embargo, a la que le van este tipo de encuentros. Como ha sucedido durante todo el campeonato, la reacción empezó a partir de la defensa. Scariolo ordenó variantes constantes y la entrada en cancha de Claver elevó la dureza del equipo español, mucho más eficaz con Rudy muy metido. Llull le dio el plus de explosividad que necesitaba. Todo el equipo empezó a funcionar como solo había dejado entrever a cuentagotas hasta el pulso de ayer.

Al final del primer cuarto, el margen se había reducido (13-20), pero lo que se vivió en el segundo fue una lección en toda regla. Serbia se encontró con una defensa impenetrable y un aluvión de juego que no supo como sacarse de encima: contrataques, un mate para Youtube de Willy Hernangómez delante de Marjanovic y un par de triples consecutivos de Ricky que se unió a la fiesta y que llevó las ventajas hasta la decena de puntos (41-31, m. 18). Llull remató el festival de España con otro triple antes del descanso (45-37).

EXPULSIÓN DE JOKIC / La exhibición de España continuó en la reanudación, con Serbia incapaz de encontrar una respuesta al laberinto defensivo que le planteó su rival. Eso disparó la frustración de Jokic, la estrella de los Nuggets, que en una lucha con Gasol perdió los papeles, empezó a protestar y acabó descalificado.

Las diferencias solo hicieron que crecer hasta la frontera de los 20 puntos (62-42, m. 26) con un solo equipo en la cancha. Mientras, Serbia deambulaba por la pista. Solo cuando España levantó, de forma inconsciente, el pie del acelerador, el cuadro balcánico consiguió respirar.

España tenía tan agarrado el partido que ya no cedió, aunque tuvo que apretar los dientes para aguantar el arreón de orgullo de los serbios. Pero sus intentos cayeron en saco roto.