El Espanyol llegará al mes de febrero sin haber ganado en casa en la Liga. Cuatro empates es todo el botín en 11 jornadas del equipo blanquiazul en Cornellà, el último ayer contra el Athletic (1-1).

Un partido con dos caras: un inicio lamentable en el que los blanquiazules fueron un muñeco en manos de su rival, y una media hora final en la que a base de garra y orgullo, y con otro gol de Raúl de Tomás, una incorporación muy importante, que acabó acogotando a los leones.

Un punto que mantiene invicto al entrenador perico Abelardo, pero que soluciona realmente poco al Espanyol, a la espera de lo que hagan sus rivales directos durante el transcurso de esta jornada.