El Espanyol alcanzó los cuartos de final de la Copa del Rey tras remontar en el Ciutat de València (0-2) el 1-2 que encajó en su estadio contra el Levante, después de un gran partido en el que firmó un primer tiempo excelso y supo mantener con personalidad su renta en el segundo acto.

Los pericos salieron con las ideas muy claras de lo que debían hacer para contrarrestar la desventaja de la ida y, desde el primer minuto, impusieron su juego ante un rival inoperante que, en media hora, dilapidó una eliminatoria que parecía encarrilada. Es más, el Espanyol pudo finiquitarla antes del descanso, aunque tuvo que pelear hasta el pitido final para celebrar su pase.