Estados Unidos se proclamó campeona del Mundial de Francia 2019 al imponerse en la final a Holanda (2-0) con tantos de Megan Rapinoe de penalti y Rose Lavelle. La selección de Jill Ellis suma su cuarto Mundial, segundo consecutivo, tras dejar atrás a rivales potentes como Suecia, España, Francia, Inglaterra y la propia selección oranje.

Antes de comenzar el Mundial las norteamericanas partían con el cartel de rival a batir. La obsesión de las grandes potencias europeas era impedir que las vigentes campeonas revalidaran el título. Pero la realidad es que la selección de Jill Ellis, liderada por una soberbia Megan Rapinoe, se llevó el título mostrando una vez más una superioridad que le valió para batir a Holanda (2-0).

Ni EEUU ni Holanda habían estado por debajo del marcador en todo el Mundial. Las norteamericanas habían perforado la portería rival en todos sus encuentros antes del minuto 12. El privilegio lo tenía Tailandia, que a la postre recibió 13 tantos en la mayor goleada de la historia.

La campeona del Mundo y la campeona de Europa se citaron en Lyón en la que era la final con más pegada, pero si el Parc Olympique Lyonnais no vivió goles hasta el minuto 62 fue por la resistencia de una oranje que se encomendó a su portera.

El asedio habitual de la selección de Ellis no fue tan aplastante como ante otros rivales. Ni España ni Francia ni Inglaterra habían aguantado tanto sin encajar.

LA FIGURA BAJO PALOS / Pero emergió Van Veenendaal. La cancerbera se lució primero parando un chut potente de Julie Ertz a la salida de un córner, con las dos manos. Después evitando con el costado el remate de Mewis y frenando la oleada de ocasiones que generó Rapinoe por su banda, con centros laterales que superaron a la defensa pero que una y otra vez se encontraron con una de las porteras del Mundial. Antes del descanso Holanda hizo el amago de estirarse, pero un disparo lejano de Spitse y una internada de Miedema solo lograron inquietar un poco a EEUU, que no se inmutó en exceso.

EL VAR, CLAVE / El partido se rompió en una jugada aislada. Un balón largo a Alex Morgan acabó convirtiéndose en penalti con una nueva intervención del VAR. La colegiada francesa Stephanie Frappart fue corregida: Van der Gragt había levantado la pierna en exceso golpeando en el costado de la estrella de Orlando Pride. El resultado, una pena máxima más para la capitana, Megan Rapinoe, que materializaba con calma su sexto gol en cinco partidos. Holanda se hundió con el 2-0, un golazo de Rose Lavelle que sentenció la final.