La jornada no iba mal; iba fatal. Todos los rivales directos ganaban y, encima, los orelluts llegaban muy tocados a Crevillente, tanto por las cuatro jornadas sin ganar como por las bajas y los problemas físicos de varios de sus jugadores. Encima, los albinegros ya tenían bastante con aguantar el 0-0, sobre todo cuando Tariq vio la segunda amarilla en el arranque de la segunda parte. Pero el fútbol, que tanto le ha quitado al Castellón, le devolvió ayer un poco. Un discutido penalti transformado por Juanfran y una posterior defensa heroica le dan mucho más que tres puntos y le permiten mantener las distancias, con un partido menos (0-1).

Los orelluts afrontaban la cita del Enrique Miralles, donde no habían ganado antes, bajo presión. Ramírez, además, tuvo dificultades a la hora de hacer el once. Sin más delanteros que Tariq y con varios de sus puntales (el propio atacante, Juanra, Castells, Marenyà...) mermados, el tarraconense se curó en salud e hizo calentar a 12 jugadores, cruzando los dedos para no sufrir otro contratiempo. Además, ratificó su confianza en Carlos López, en la principal novedad de la alineación.

El Castellón se tomó el partido con filosofía, basándose en el mandamiento de que si no puedes ganar, al menos no pierdas. El Crevillente, sabedor de que ganando se reenganchaba a la lucha por el cuarto puesto, salió a morder. Juanfran probó pronto a Óscar Fornés, sí, pero los locales merodearon más a Campos, en un primer tiempo en el que fueron de más a menos. El primer tiempo era de 0-0... y así terminó.

El segundo periodo, en sus compases iniciales, no fue sino una reedición de lo que había sido el encuentro antes del receso. Ataque insistente pero sin llegar al agobio del Crevillente y un Castellón que priorizaba no despistarse atrás, a la espera de tener una oportunidad que tardaba demasiado en llegar. Y, en esas, la segunda amarilla para Tariq. Si éramos pocos, parió la abuela.

AGUANTAR // A partir de ahí, el Castellón lo tuvo claro. Y Ramírez, el primero. Quitó a dos hombres que no se caracterizan, precisamente, por su espíritu competitivo (Rida y Ebwelle), para poner a dos futbolistas de recorrido, frescos y trabajadores: Jesús López y Dani Pujol. Éste sacó petróleo en su primera aparición y fue derribado en el área. El árbitro, el mismo del 2-3 ante el Elche B, sorprendió a propios y extraños señalando los 11 metros. Juanfran, en ausencia de Tariq, asumió la responsabilidad para anotar un penalti crucial (min. 67).

Resistir, resistir y resistir. No quedaba otra. Aun con las fuerzas al límite, el Castellón lo hizo como si no hubiese un mañana (curiosamente, la última vez que mantuvo la portería a cero, fue nada más y nada menos que en la visita al Atlético Saguntino).

LARGUEROS // Y donde no llegó Campos o un compañero suyo, ahí estaba el travesaño (hubo dos en una misma jugada, uno en un despeje del correcaminos benicense), aunque Carrillo, en una contra, acarició el 0-2 y, con él, la ocasión de evitar un infarto masivo en el albinegrismo. Bien está el sufrimiento, si termina con una victoria de este calibre. H