Javier Ontiveros llega al Villarreal dispuesto a hacer borrón y cuenta nueva con todo lo anterior, especialmente en lo que respecta a una fama de jugador polémico que le ha acompañado prácticamente desde sus inicios, en su salida de la cantera del Betis o con su enfrentamiento con Míchel en el Málaga que desencadenó su cesión al Real Valladolid hace dos temporadas. «Eso está ya más que pasado y no quiero dar más vueltas a ese tema. Siempre me preguntan lo mismo y ya estoy un poco harto», dice tajante el futbolista marbellí, que está dispuesto a centrarse, en esta etapa amarilla que ha iniciado, únicamente en el útil de trabajo: el balón.

INSTALADO EN BENICÀSSIM

El futbolista se ha establecido en Benicàssim y lo ha hecho acompañado por los más cercanos. «Vengo con la familia para estar tranquilo y pensar y concentrarme solamente en el fútbol», apunta el extremo, que fuera de los terrenos de juego, tanto en la competición como en los entrenamientos, se ve como «una persona tranquila». «Estar en casa, dar paseos y alguna que otra tarde con la PlayStation ocupa la mayor parte de mi tiempo». Hoy tendrá que añadir una pequeña fiesta para soplar las velas de su 22 cumpleaños.

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