Tras una temporada, la pasada, en la que el Villarreal CF no estuvo a la altura ni de su presupuesto ni del nivel de que atesoran sus jugadores y donde se tuvo que pelear por la permanencia, el Submarino afrontaba este ejercicio 2019/20 con aires renovados, una plantilla reestructurada y con la llegada de futbolistas que aumentaban incluso el caudal de talento del grupo que entrena el madrileño Javi Calleja.

El objetivo en el club que preside Fernando Roig, en el que la ambición nunca se ha ocultado —con los pies en el suelo porque lo primero que se busca es la permanencia—, es sin duda recuperar las señas de identidad de un Submarino que está diseñado para jugar bien, ganar y pelear, una vez salvado, por situarse entre los equipos que opten a disputar Europa al año siguiente.

La apuesta firme por Calleja y por traer a hombres del nivel de Albiol, Alberto Moreno, Pau, Ontiveros, Zambo Anguissa... así como retener a jugadores del pedigrí de Cazorla, Gerard Moreno, Samu Chukwueze, Toko Ekambi o Carlos Bacca, han hecho posible que el Villarreal recupere su rol de equipo importante en el Estadio de la Cerámica, del que volaron muchos puntos el pasado ejercicio. Pero en el presente, los amarillos han convertido su casa en un fortín, logrando 12 puntos de 18 con tres victorias y tres empates. Sin derrotas.

Los números fuera de casa

Muy distinto es el bagaje a domicilio, ya que a poco que este se hubiera dado algo mejor, los amarillos estarían en estos momentos entre los seis primeros de la tabla. Hasta la fecha, dos victorias y cinco derrotas, es decir, 6 puntos de 21 posibles a domicilio, pero lo peor de todo no es solo las derrotas, sino que el Submarino ha caído en campos asequibles y ante rivales en teoría modestos.

El VAR del Ciutat de València

La primera salida fue en el Ciutat de València en la 2ª jornada, ante un Levante UD al que los amarillos le dieron un baño en la primera mitad y llegaron a adelantarse en el marcador por 0-1. Pero el colegiado quiso ser protagonista, con dos penaltis en contra vía VAR y encima una de ellos repetido tras parada de Andrés. Al final, derrota por 2-1 ante un equipo rival que fue muy inferior.

Le remontan en El Sadar

Otra derrota que escoció, y mucho, llegó en la 8ª jornada, en la visita a El Sadar ante un recién ascendido como Osasuna. Los amarillos también vencía por 0-1 al descanso y, al volver, los locales pusieron mayor intensidad y se llevaron el partido por 2-1.

Demasiado hambre en Ipurúa

El siguiente palo ante un rival de menos nivel y que atravesaba una crisis importante fue en la visita a Ipurúa. Allí, un Eibar en horas bajas se adelantó en el marcador. Pero el tramo final del partido fue amarillo, con gol de Gerard Moreno en los últimos minutos. El Villarreal quiso ganar y perdió en el descuento por 2-1.

Ante otro recién ascendido

El último varapalo a domicilio que dolió fue el pasado domingo, en la visita a Son Moix, ante otro recién ascendido y que hace dos temporadas estaba en Segunda División B, el Real Mallorca. La puesta en escena del equipo amarillo no fue buena y, además, el VAR no ayudó, ya que le señalaron dos penaltis en contra, el primero de ellos muy controvertido y criticado a Kubo. Tras el 2-0 el Villarreal recortó distancias, pero con el 3-1 se mostró como un conjunto sin pegada.

Las otras tres salidas

Las únicas actuaciones positivas fuera de casa fueron las dos victorias convincentes ante el Leganés (0-3) y el Espanyol (0-1), así como la siempre complicada salida al Camp Nou, dando la cara ante el Barcelona (2-1).