Todo empezó con una 'dedada' y el partido terminó como el rosario de la Aurora: el público invadió el terreno de juego y la policía disolvió a los aficionados lanzando pelotas de goma.

Ocurrió en Brasil, en el encuentro que disputaron el Porte Preta ante el Vitória (2-2), con el descenso en juego, y centraron toda la atención en la última jornada del Campeonato Brasileño. En el estadio Moisés Lucarelli de Campinas, los locales se adelantaron 2-0 al Vitória en un cuarto de hora, con goles de Luca y Danilo (de penalti), aunque los visitantes, que comenzaron la jornada fuera del descenso, se vieron beneficiados por la expulsión del capital local Rodrigo, de 37 años, quien metió un dedo en el ano del delantero colombiano Santiago Tréllez, algo que el banquillo del Vitória protestó airadamente y el árbitro, tras consultar a los asistentes, acabó expulsando el jugador.

El público se impacientó y más cuando el propio Tréllez empató el partido que condenaba al Ponte Preta a la Serie B. Se produjo entonces una invasión de campo y la policía disparó pelotas de goma para disolver a los aficionados.