Jorge Fernández Lucas, extremo de 27 años (3 de febrero de 1992), natural de Cuenca y procedente, además, del equipo de su ciudad, es el primer refuerzo del CD Castellón para la temporada 2019/2020, segunda de los albinegros en la categoría de bronce.

Se trata de un futbolista zurdo que cubre cualquiera de las tres posiciones de ataque. Esta temporada se ha desenvuelto por ambos carriles, presentándose en Castalia por la izquierda para, hace poco más de un mes, hacer sufrir a los orelluts desde el otro costado, en aquel partido de La Fuensanta, de la penúltima jornada, en el que los manchegos certificaron el descenso. Una semana después, la victoria del Castellón ante el Barcelona B, combinado con el empate del Conquense en Alcoi, propició la permanencia.

LOS NÚMEROS / Formado en el propio Conquense, en el que ha militado en dos etapas (2011 a 2014 y la pasada campaña), Jorge tiene experiencia en todos los grupos de Segunda B tras su paso por La Roda (2014/2015), Coruxo (2015/2017) y Talavera (2017/2018). Viene de superar los 3.000 minutos repartidos en 35 apariciones, con 11 amarillas y tres goles. A sus 27 años, se ha comprometido hasta el 2021.

Se trata de un fichaje con el sello de Óscar Cano, cuyo peso, en la comisión deportiva de consenso creada a raíz del regreso de Vicente Montesinos, está ganando enteros. A instancia del granadino, el Castellón inició los contactos con el extremo a la conclusión de la temporada, cristalizando el acuerdo rápidamente, ya que el futbolista estaba en el mercado, al finalizar su relación contractual con el Conquense.

Así lo ha reconocido el flamante fichaje albinegro, que ha contacto con los valiosos informes de Jairo Cárcaba, con quien tan bien se entendió durante la primera vuelta... hasta que el asturiano recalara en Castalia en enero.

Jorge viene a ser ese tipo de jugador versátil que Cano había demandado, capaz de desenvolverse por la izquierda (la banda más corta de efectivos) pero también a pierna cambiada. Un tipo de extremo, profundo y con desborde, que no tenía, o que el técnico nazarí consideraba que no tenía, porque Julio Delgado o Kilian Morante no le convencen, con Óscar Fernández de regreso de su cesión a Alcorcón.