La desgracia se cebó ayer sobre el Circuito de Karting de la Fundación Fernando Alonso, de Oviedo. Gonzalo Basurto, un niño burgalés de diez años que llevaba dos años corriendo en karting ,sufrió un accidente mientras se entrenaba para el Campeonato de Asturias de Karting, que debía celebrarse hoy domingo y que ha sido anulado en señal de luto. Gonzalo se tocó con el kart de otro niño a final de recta y volcó sobre su propio kart. Los servicios médicos actuaron al instante. Le reanimaron, le estabilizaron y fue, de inmediato, trasladado al Hospital Central de Asturias, pero el niño falleció de madrugada, víctima de las lesiones cerebrales ocasionadas por el golpe.

AYUDA DEL PADRE Y MANAGER DE ALONSO

Tanto el padre de Fernando Alonso, José Luis, como su mánager, Luis García Abad, como Ricardo Morán, responsable del circuito, han estado en todo momento con los familiares del niño burgalés. Asinpec y Transinsa han puesto cuatro psicólogos a disposición de los corredores y equipos como ayuda psicológica. Los psicólogos se encontraban, desde primera hora de la mañana, en el circuito. La Federación de Automovilismo del Principado de Asturias (FAPA) lamentó profundamente el suceso, que impactó a los jóvenes compañeros de carrera y a la organización.

"Fue un golpe desgraciado porque volcar es complicadísimo», apunta Carlos Márquez, presidente de la federación asturiana. “La asistencia médica del circuito ha sido completísima, con ambulancia medicalizada y todo, cosa que no es obligatoria en los entrenamientos, pero aún así, el circuito disponía de ella, y actuaron con la máxima diligencia”.

PARTICIPANTE EN LA CATEGORÍA CADETE

El pequeño, que pertenecía a la Federación de Castilla y León de Automovilismo, estaba acompañado por su padre. Ambos se habían desplazado a Asturias para que el menor participara en la jornada de entrenamientos libres y verificaciones, dentro de la categoría cadete. Nada más conocer la noticia, la madre se desplazó al Principado para estar al lado de su hijo, desde la población de Medina de Pomar, en Burgos, donde residen. Un grupo de psicólogos están atendiendo en el propio circuito a alguno de los niños que ayer vivieron el trágico accidente. Quienes mejor conocían al fallecido destacan que era un pequeño "bromista", "siempre con una sonrisa en la boca" y que "disfrutaba en la pista".