Este Castellón está perdiendo ya demasiados puntos, aunque en Orriols mereció llevarse la victoria. La mejoría en el juego no derivó en la obtención del fruto esperado y en esta ocasión los albinegros pagaron muy caro la falta de acierto en los metros finales. No se pueden perdonar tantas ocasiones, aunque el portero rival apenas intervino y las oportunidades más claras se perdieron por la línea de fondo, eso sí, algunas por muy poco.

Un punto que sabe a muy poco al Castellón, que necesita ya sumar de tres en tres si quiere tener opciones de terminar campeón de grupo, un cometido que, pese a que todavía resta mucha liga, se está alejando con el paso de las jornadas. Y es que solo ha sumado dos puntos de los últimos nueve que se han disputado.

Frank Castelló introdujo solo dos cambios con respecto al once que perdió la anterior semana ante el Atlético Levante, pese a que fue un encuentro para olvidar. Zarzo y Fonte entraron por Guinot y Nico, y ambos dieron más mordiente al equipo, aunque también dieron un paso al frente el resto de jugadores, a los que se les vio con otro aire.

Y esto derivó en un arranque de partido esperanzador, puesto que a los cuatro minutos el Castellón ya había tenido tres aproximaciones al área del Torre Levante. Se había cumplido el objetivo de salir mordiendo, pero el ímpetu inicial se fue apagando por momentos y un cambio táctico del rival —pasó a un 4-1-4-1— ahogó a la medular albinegra, a la que le costaba mucho aparecer. Poco se vio en los primeros 45 minutos a Marenyà —espectacular en la reanudación— y a Ximo Forner, cuya mejor aportación fue colgar faltas al área, sin encontrar ninguna de ellas un rematador, pese a que tanto Enrique como Dealbert subían cada vez.

CONTRAS RIVALES / Este tipo de faltas fue el mayor peligro del Castellón en el primer tiempo, porque el partido entró en una fase apática, en la que el Torre Levante se motivó por momentos, siempre a la contra, y dispuso de dos claras ocasiones. Primero, Víctor García disparó por encima del larguero y pasada ya la media hora, Zagalá salvó a los albinegros.

Fue la oportunidad más clara, pero de haber marcado el conjunto local, para nada se hubiese hecho justicia, ya que el tiempo del partido, sin una clara superioridad, lo estaba marcando el Castellón. Vamos, que si se hubiese tratado de un combate de boxeo, los primeros 45 minutos los ganaron los orellut a los puntos.

dominio total / Si en la primera parte ya fueron mejor los de Frank Castelló, en la segunda la superioridad fue absoluta. Marenyà asumió el mando en la medular y buscando continuamente la banda izquierda, con Serra llegando en varias ocasiones hasta la línea de fondo. Y en ocho minutos, el Castellón pudo marcar dos goles. Primero, Serra remató demasiado cruzado tras una pared con Fonte, y poco después, un pase del interior lo mandó también fuera Marenyà.

Los albinegros tenían la posesión y por momentos tocaban el balón con mucho criterio, aunque Enric Cuixart, en la única contra de toda la segunda parte para el Torre Levante, estrelló el balón en el cuerpo de Enrique, con Zagalá batido. Fue la única aproximación, porque el encuentro terminó en el área rival, con otras dos oportunidades en el descuento, para Fonte y Serra, que remataron fuera. HSPgB