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@josellizarraga

David Cruz acabó de cavarse su tumba cuando nos quiso vender una ampliación de capital para salvar el club, pero que debía cubrirse con el dinero de otros, y no el suyo, para que él continuará mandando en el Castellón. Nos leyó la letra grande y quiso esconder la pequeña. No pudo engañar a nadie y no se ingresó ni para fotocopias.

Cano-Coloma, un abogado de prestigio a quien nada tengo que reprochar respecto a su profesión, fue el ideólogo. Ahora continúa ejerciendo como letrado, presuntamente de Cruz, porque de otra forma no se entendería su situación en el actual Consejo cuando él solo es un profesional y no un accionista con inquietudes de estar en el Castellón ni en el fútbol. El martes volvió a manejar una junta de accionistas y a proponer una nueva ampliación de capital. Una vez más se pide al aficionado que acuda con su dinero para solventar los desaguisados de mala gestión anteriores. Miren, ya está bien. Estamos hartos, más bien diría yo que hasta el gorro, de que intenten tomarlos el pelo. Pero además con premeditación y misterios varios.

Aquí solo vale ya la verdad. Y nada más que la verdad. Respeto su libertad (Bruixola y Montesinos) para acogerse a la privacidad de su contrato de alquiler o cesión de las acciones de Cruz (y Osuna). Y deben respetar la duda sobre la presencia de Cruz que angustia a la sociedad de Castellón. Por ello, defiendo la postura de la alcaldesa Amparo Marco, que debe gestionar el patrimonio de sus ciudadanos, a exigirles el famoso blanco sobre negro. Es decir, que le enseñen de quién es, o puede ser el Castellón. Si quieren ayudas, o la cesión del estadio municipal por varios años, hay que enseñar las cartas, léase el contrato con Cruz. Y vale ya de marear la perdiz.

No tengo derecho a exigirles, ni lo haré, a que arriesguen su patrimonio. Llevo pidiendo un proyecto de buena gestión a falta de un mecenas desde hace tiempo. Sí, pero con la cabeza alta. No pasa nada si no quiere invertir su dinero, pero ya es hora de aclarar si van a acudir a la ampliación o si poseen derecho preferencial para hacerse con las acciones de Cruz, cuánto se le ha pagado y muchas cosas más. De lo contrario, nadie acudirá a la ampliación, y cuando digo nadie me refiero a las grandes empresas, que llevan tiempo desconfiando de lo que hay detrás de Bruixola y Montesinos. No de su honestidad y su gestión. La desconfianza se gesta en el oscurantismo, y la sospecha, respecto a la propiedad del Castellón. Llueve sobre mojado.

No conozco ningún plan de viabilidad, ni tampoco proyecto alguno que sea malo de partida. El problema es desarrollarlo bien. Tengo la sensación de que el proyecto de Bruixola tiene que salir adelante con el dinero de los 10.000 abonados y del pequeño empresario. El problema es que no lo veo suficiente. Valoro su valentía por pelear por sacar al club de la miseria. Pero insisto en que llega el momento en que deben contar toda la verdad y no jugar a un doble juego con Cruz y con la afición.

Las cartas boca arriba porque solo así tendrán credibilidad. No hace falta ser rico, pero tampoco hay que sacar pecho para parecerlo. Mientras los fantasmas de Cruz y Osuna no salgan de escena, el Castellón no será libre. No se puede vivir de espaldas a la realidad porque detrás hay 10.000 personas que se han sacado su pase, y muchos más que sienten como suyo el Castellón. Les decía que después del marketing, donde han demostrado ser muy buenos salvo en la nefasta puesta en escena de Bruixola con la ampliación de capital, hay que pasar a la acción. Somos del Castellón, pero no nos dejamos engañar más. Señor Bruixola, no nos venda la moto. Y señor Montesinos, con humildad se va a todas partes, con verdades a medias ni a la vuelta de la esquina. Queremos un Castellón libre. Sin Cruz y sin Osuna. Y la verdad.