El Atlético Fátima concluyó el pasado ejercicio en la octava posición del grupo II de Primera Regional con un total de 39 puntos en su regreso a la categoría después su refundación, gestada hace un par de temporadas. Para esta nueva campaña el objetivo pasa por lograr la permanencia en la categoría, pero conseguirla sin sufrimiento y, si es posible, superar la posición del pasado curso.

Para alcanzar esa meta llega al banquillo Luismi Ramos, un técnico que regresa a España tras unos años en China debido a motivos laborales. Con anterioridad a su aventura en tierras asiáticas dirigió al Almazora B en Primera Regional. A su disposición contará con una plantilla natural de Almassora en un 85%, siendo algunos de ellos del propio barrio de Fátima. La mayor parte del los futbolistas continúa en un conjunto que es una piña. El equipo almazorense volverá a caracterizarse por su lucha en cada partido, siempre un bloque complicado de doblegar, pero también por su juego de calidad, no en vano, en el plantel hay jugadores no exentos de calidad para proponer buen fútbol.

Apoyando al equipo estará prácticamente todo el barrio, pues en algunos encuentros del año pasado se llegaron a congregar unos 600 espectadores en Boqueras. Cabe decir, que el club preferiría competir en sus partidos como local en el José Manuel Pesudo, el campo habitual del CD Almazora, no obstante lo viene haciendo, y así va a continuar, en las citadas instalaciones deportivas de Boqueras.

Descontento // En el seno de la entidad reconocen tener dificultades económicas para cerrar los balances económicos de la temporada. Ello esta relacionado con la notable reducción de la subvención municipal, un importe que el consistorio ha reducido en hasta un 60%, siempre según fuentes del propio club. En el Club Atlético Fátima denuncian un trato diferente en relación a otros clubes de la ciudad y aseguran que el equipo hace una función muy importante en la dinamización del barrio a nivel social y deportivo. H