Esta temporada, Castalia echa en falta a mucha gente. Entre esos que estuvieron pero ya no están, sin duda alguna, se cuentan a centenares de aficionados que pertenecían a peñas que, bajo el paraguas de la Federación de Peñas del Castellón (Fedpecas), dotaban de un ambiente y colorido no solo a las gradas del estadio, sino que también se dejaban sentir en los desplazamientos. Desgraciadamente, hoy en día componen trozos de nostalgia.

¿Qué es de la Fedpecas? Pues es la propia presidenta (todavía), Pilar Moliner, quien explica la situación. “Continúa, aunque tenemos una asamblea pendiente para ver qué hacemos, cuál es el futuro”, destaca Moliner, quien, a pesar de la falta de apoyos, tiene una idea muy clara: “No queremos dejar morir a la Fedpecas”.

Moliner encabeza este colectivo que en su día llegó a sobrepasar ampliamente el millar de integrantes, pero ahora no tiene censo. Su último acto fue en mayo del 2014, con la entrega de los trofeos a los mejores de esa temporada, una gala que, a la conclusión de la pasada campaña, ya no se llevó a cabo. La búsqueda de relevos se remonta, incluso, a cuando el Castellón militaba en Segunda A, así que a día de hoy, después de cinco campañas en Tercera, es una misión casi imposible.

FACTORES // El desgaste después de tantos años con más lágrimas que sonrisas, la ruptura de las relaciones con el club, los precios de las recientes campañas de socios, así como de las entradas a Castalia y disensiones internas por motivos de enfrentadas ideologías políticas son los principales factores de que la Fedpecas haya ido extinguiéndose con el paso del tiempo, aunque Moliner y algunos de sus allegados luchen por reavivar su llama. “Nosotros no seremos los que matemos a la Fedpecas, aunque nadie quiera tomar el relevo”, expone su presidenta, quien, en el peor de los casos, dibuja el siguiente escenario: “Renovar la junta y los cargos y, aunque sin actividad a nivel social, mantenerla viva”. Sí, mantenerla viva, a la espera de mejores tiempos, ligados, qué duda cabe, en el ascenso a Segunda B.

20 AÑOS DE VIDA // Esta temporada, la Fedpecas cumple dos décadas de vida. Lo hará, si la situación no da un giro de 180 grados, sin celebraciones. Los tiempos en los que se llenaba Castalia, cuando se desplazaban miles de personas a Albacete, Elche... quedan lejanos. Con todo, el primer paso para algún día volver a ser tan grande como entonces, pasa por no dejar morir la federación que, sin duda, reclama su sitio en la historia reciente del club. H