—En el fútbol, a veces las cosas no salen como uno las planea. En el Villarreal encontramos el ejemplo esta misma temporada, con el equipo en plazas de descenso ya en la segunda vuelta a pesar de la fuerte inversión económica.

—Así es. Acabamos la primera vuelta con 17 puntos y se nos ha complicado la Liga. Ahora solo hay que pensar en realizar una segunda vuelta buena y creo que estamos a tiempo a pesar de los dos malos resultados con los que la hemos iniciado. Todo el mundo tiene que estar pendiente de que hay que superar esta situación. Todos los años lo digo y nadie lo tiene en cuenta: lo importante para el Villarreal es estar en Primera División y no podemos abandonar nunca esa realidad. Ahora tenemos un objetivo mínimo que cumplir, que es llegar a esos 42 ó 43 puntos que deberían asegurar la permanencia.

—El club tiene reciente la experiencia del 2012 y tiempo para rectificar, con casi medio campeonato por delante. ¿Está presente aquel último descenso?

—En aquel momento teníamos la misma situación al final de la primera vuelta que ahora, pero había más equipos con menos puntuación. Aquella temporada solo estuvimos tres minutos, los últimos, en descenso. Ahora hemos visto el peligro más pronto y entre todos tenemos que ser capaces de virar el rumbo, club, profesionales y, por supuesto, la afición.

—Se dice que la grada no marca goles, pero sí gana partidos, sobre todo cuando cuesta sacar a relucir sobre el césped la calidad de los jugadores, ¿no?

—Lo más positivo del último encuentro en casa, ante el Athletic, fue la reacción de la afición. Estoy convencido de que con ese nivel de apoyo saldremos de ahí abajo. Es lo que nos queda, luchar partido a partido, fuera y dentro del rectángulo de juego. Ese día, sin jugar un buen partido, la grada estuvo al 100% con el equipo y por lo menos pudimos igualar un marcador adverso. El domingo, contra el Espanyol, tenemos que ser capaces de crear un ambiente similar. Todos debemos adaptarnos a esta complicada situación y superarla. Saldremos, seguro.

—¿Por qué a un equipo que ha sido habitual en plazas europeas en los cinco últimos años le cuesta tanto reaccionar?

—Por que cada vez hay más dinero en el fútbol. Todos los equipos, no solo el tuyo, tienen más medios económicos y todos pueden tener un buen equipo, no como hace unos años, cuando las diferencias eran tan grandes entre el Real Madrid y los demás. Hoy, con una buena gestión y acierto en fichajes se puede estar arriba. Las distancias se han acortado. El decreto ley del reparto de los derechos televisivos ha quitado al deuda del fútbol y a la vez ha limado las distancias. Es algo que defendí en su momento.

—Más allá de que el fútbol español está cada vez más igualado en el aspecto económico, ¿el club ha hecho análisis deportivo de por qué se ha llegado a la situación actual?

—Se pueden enumerar muchas causas. Las lesiones que hemos sufrido, los jugadores que se nos han ido, el proceso de adaptación de los que han llegado, el cambio de entrenador, el balón que pega en el palo… pero con todo ello hay que convivir. Al final de la pasada temporada se marchó un jugador que era vital para nosotros [Rodri], sobre todo cuando llevas casi dos años sin contar con otro pilar básico del equipo [Bruno]. No hay una causa del mal momento actual, sino una suma de factores que se han juntado.

—En este camino para intentar buscar soluciones, ¿la que más le ha dolido fue la de prescindir de Javier Calleja?

—Sinceramente, no me gustan los cambios en el banquillo y me costó mucho, muchísimo, tomar esa decisión. Pero entre todos los que tenemos poder de decisión en el club se consensuó que había que buscar un relevo en el banquillo y se llevó adelante, aunque con un gran dolor en el corazón.

—¿Usted sigue con las mismas ganas de siempre, no?

—Por supuesto. O más, si cabe, aunque reconozco que hay días en los que sufres porque las cosas no salen como esperabas. Pero aquí estoy para pelear por el Villarreal y ya verá todo el mundo como saldremos de esta. Y más fuertes aún, porque siempre se aprende de todo, de lo bueno, pero sobre todo de los momentos complicados. Y con unidad.

—Hace el presidente del Villarreal mucho hincapié en la unidad...

—Es que es en los momentos difíciles es cuando debemos estar más unidos, como cualquier familia. Reitero lo del último partido en casa. La afición, ante una situación difícil, fue al estadio y animó como hacía tiempo que no lo hacía. Estoy seguro que con la unión de todos saldremos. Y también espero que seamos capaces de dejar los nervios a un lado, sobre todo los jugadores. Tenemos que jugar con responsabilidad, pero sin miedo. Sé que es complicado porque sufrimos y aparecen los nervios, pero rápidamente tenemos que cambiar el chip.

—Lástima que los resultados del primer equipo no acompañen justo en una etapa en la que la salud de la entidad es excelente.

—En lo económico e institucional todo funciona muy bien. El estadio continúa con su espectacular transformación y podemos decir con orgullo que el Estadio de la Cerámica es uno de los mejores en cuanto a comodidades para disfrutar de fútbol de élite; además, mantenemos un fuerte apoyo social. La estructura del Villarreal está magníficamente asentada; ahora lo que hay que hacer es ganar los partidos.

—Ha citado el Estadio de la Cerámica. ¿Veremos más cambios la próxima temporada?

—De momento, el próximo proyecto es cubrir la grada de preferencia, mientras que la esquina del gol sur queda pendiente de obtener los permisos del Ayuntamiento para afrontar su reforma. Lo más inmediato es la visera del graderío enfrente de tribuna.

—¿El proyecto Endavant Esports seguirá consolidándose?

—Dedicamos más del uno por ciento del presupuesto al deporte de la provincia y lo vamos a seguir haciendo. Todo el mundo tiene que ser consciente de que nos jugamos mucho y que el Villarreal esté en Primera es bueno para el deporte . Todos tenemos que apoyar.

—Retomando la situación del equipo, ¿será la de Iborra la única incorporación en el actual plazo de fichajes?

—No descartamos nada. Estamos en ellos y si vemos que económica y deportivamente hay a tiro alguna opción que consideramos que mejoraría lo que hay, lo haremos. Lo que no vamos a hacer es fichar por fichar.

—Eso en lo que respecta a entradas. ¿Podría haber alguna salida? En los últimos días ha cobrado mucha fuerza el interés del Nápoles en Fornals.

—No nos desprenderemos de nadie si no viene algún club y deposita la cláusula de rescisión.

—¿Afectaría mucho al Villarreal no estar en competiciones europeas la próxima campaña?

—Si no estamos en Europa, pues no pasa nada; hay que aceptarlo y ya está... y buscar la vertiente positiva: tendríamos un año para dedicarnos más a la Copa del Rey. Lo que nos da de comer es estar en Primera División.

—Pero dificultaría un tanto ese equilibrio económico que usted propugna, que el club siga siendo autosuficiente, que se mantenga con lo que genera.

—Nosotros tenemos el equilibrio ecónomico por bandera y lo vamos a seguir cumpliendo, apoyando todo lo que consideramos que es bueno para el futuro de nuestro fútbol profesional. Por ejemplo, si jugar en Estados Unidos nos aporta, pues lo apoyo. Si compensa mediática y económicamente, adelante.

—Un nombre propio en estas dos últimas temporadas, pro su prolongada ausencia, es el de Bruno, un hombre clave en el equipo y en el vestuario.

—Los primeros que están sufriendo son él y su familia. Cada vez que le pregunto me dice que la cosa va mejor, pero es duro, muy duro lo que está pasando.

—No poder disponer durante casi dos años del jugador franquicia del club es un fuerte golpe. Además se trata de uno de los contratos más fuertes de la primera plantilla.

—Lo importante es recuperar a la persona y al jugador; el año de contrato es lo de menos.

—Bruno, Cazorla, Mario, Trigueros... gente comprometida, criada en Miralcamp. Es importante contar con una base formada por jugadores de ese corte.

—Pro supuesto, creemos en esa política. Y ahí están los resultados. Morlanes, Quintillà, Samu [Chukwueze]... Y el año que viene estarán Pau y otros jugadores que están actualmente cedidos.

—No todo son satisfacciones y también la cantera le está dando algún que otro disgusto con la salida de futbolistas importantes una vez cumplen los 16 años —edad mínima para poder firmar un contrato profesional— por el mayor poderío económico de los grandes que están inflacionario el fútbol. ¿Esto puede influir en la política de cantera?

—Hay que proteger, porque hasta los 16 años no se pueden hacer profesionales y protegerles. Estamos trabajando con la Federación Española y LaLiga para que los chavales puedan firmar sus contratos a los 14 años y empezar a protegerles a esa edad. Nos está ocurriendo que chicos de 15 y 16 años se marchan por dinero.

—El problemas de siempre. El dinero y el negocio siempre por encima de una buena educación.

—No es bueno para el fútbol esta inflación en jugadores tan jóvenes. Yo creo que los padres deberían preocuparse de que sus hijos reciban una buena educación, que es lo que intentamos por encima de todo en el Villarreal. No es natural pagar cantidades desorbitadas a los niños y eso puede llevar a que el chico no llegue a dónde tiene que llegar por tener un coche de alta gama o mucho dinero en el bolsillo. Eso no es bueno ni para el fútbol ni para los chavales.

—Hace unos días se conocía la marcha de un joven valor de la cantera, Adrián Corral, al Manchester United. A finales de año se airearon roces con el Atlético por otro chaval, Germán Valera... ¿Cuál es la actitud del Villarreal ante clubs que de alguna manera saquean la cantera amarilla?

—Actualmente se puede hacer poco, pero nosotros ya hemos advertido que romperemos relaciones con cualquier club que nos quite un jugador con contrato en vigor. Espero que en el futuro cambie la normativa y el club que quiera llevarse a un niño de la cantera de cualquier equipo se vea obligado a abonar la cláusula que tenga.

—Ya en el último escalafón, el de los profesionales de Primera, ¿considera usted que los elevados contratos y la larga duración produce acomodamiento?

—Yo considero que el contrato lo que debe dar es una seguridad económica, no acomodamiento. Evidentemente todos los futbolistas buscan mejorar en sus carreras, ser competitivos y jugar el máximo de minutos posible. Si te duermes no mejoras.

—Por último, ¿está a favor del videoarbitraje?

—Al principio no lo estaba, pero veo que el fútbol con el VAR es más claro y más justo. En el último partido en casa todo el mundo decía que el gol del Athletic era válido y después la realidad era otra distinta, la que el VAR demostró. Hay más justicia.