El impacto del fichaje de Neymar en el 2013 todavía se deja sentir. Era una valiosa incorporación para el Barça por su relevancia mediática y su valía futbolística. El precio pagado, por las repercusiones que ha producido, ha sido mucho más caro que los 57,1 millones «y punto», que aseguraba Sandro Rosell.

EL ORIGEN

Con la demanda de Casas empezó todo

Una demanda del socio Jordi Casas desencadenó el alud que todavía no ha parado. El farmacéutico vecino de Olesa de Montserrat escribió al club para saber el motivo y el destinatario delos 40 millones que cobró la sociedad N&N. El desdén del club en contestarle excitó el activismo de Cases, que en diciembre del 2013, y siguiendo indicaciones de su abogado, demandó en la Audiencia Nacional de Madrid a Rosell por un presunto «delito de apropiación indebida en su modalidad de distracción».

En octubre del 2014 retiró la demanda. «Estoy en condiciones de afirmar que no se observan conductas constitutivas de delito en el ámbito societario, contable, ni apropiación indebida, ni cuestiono los contratos de agencia y servicios suscritos», expuso en una nota tras la promesa de Josep Maria Bartomeu de que el Barça no le denunciaría a él.

EL COSTE

El precio sube de 57 a 86 millones en un día

Enterado, convencido y satisfecho estaba Cases, pero no el juez Pablo Ruz, que asumió el caso, ni mucho menos el fiscal José Peral, cuyo interés y diligencia en el caso han sido espectaculares.Toni Freixa, entonces secretario del club, presentó todos los contratos suscritos. La Audiencia pidió documentación al Santos y a la FIFA, y decidió aceptar a trámite la querella el 22 de enero.

Las informaciones periodísticas a raíz de las filtraciones del ente judicial, adelantaban que el coste real de la operación superaba los 75 millones. «Son 57,1 millones y punto», replicaba Rosell, que pidió a Ruz que le llamase a declarar: «Todo es absolutamente legal, impecable. Que me cite enseguida y no lo haga durar mucho». Al día siguiente, dimitió. Y al otro, Bartomeu, su sustituto, expuso los entresijos del fichaje. El coste escalaba hasta los 86,2 millones.

LOS DELITOS

Distracción, fraude, estafa y corrupción

No ha parado de subir, porque a todo ello se han sumando las peticiones de multa al Barça por presunto fraude fiscal y las cantidades ya entregadas (13 millones). Hacienda se sumó a la demanda, animada por Ruz y Peral. Las vallas delimitaron el pasillo hacia la entrada de la Audiencia por donde han desfilado los presidentes del Barça, ejecutivos (Rossich, Sanllehí, Zubizarreta...) y toda la familia Neymar.

Paralelamente, crecían los presuntos delitos. Al denunciado de distracción de Cases, al de fraude por Hacienda, se sumaron los de «corrupción entre particulares y estafa». Al festival denunciatorio se sumó la empresa DIS, que tenía el 40% de los derechos del jugador, y se sentía burlada por el entramado de convenios entre el Barça y el Santos el pasado mes de junio.

LAS DECISIONES

Traslado a Barcelona y embargos en Brasil

El primer caso ha viajado de la Audiencia Nacional de Madrid a la Provincial de Barcelona. Pero el nuevo fiscal mantendrá la tesis de su superior: 7,8 años de cárcel a Rosell, 2,3 a Bartomeu y un total de 62 millones a ellos y al Barça en multas e indemnizaciones. En febrero, un tribunal de Sao Paulo embargó a Neymar un yate, un avión y propiedades inmobiliarias, para cubrir un presunto delito de evasión de impuesto.

Neymar vive ajeno a todo ese peso judicial en su tercera temporada como azulgrana. Feliz en Barcelona con sus amigos, su padre, su hijo, como expone en todas las redes sociales a diario, ha celebrado cinco títulos con Luis Enrique, ríe con Messi y Luis Suárez y va en busca del segundo triplete con el Barça.