El Alto del Angliru es una de las cimas que con el paso de los años se convertirá en mito del ciclismo en España. Desde que la Vuelta en 1999 se inventara dicho final de etapa, se trata de los 12,6 kilómetros más duros que pueden subirse en España, teniendo tramos pendientes máximas del 23,5% en la Cueña les Cabres, lo que le convierten en uno de los puertos de montaña asfaltados más difíciles de todo el ciclismo mundial.

Como la Vuelta sigue reinventándose, para la edición de este 2016, la provincia de Castellón será protagonista con dos etapas: Alcañiz-Peñíscola (16ª) y Castellón-Llucena Camins del Penyagolosa (17ª).

Precisamente en esta última, se coronará el Mas de la Costa como gran colofón y final de etapa. Es el Nuevo Angliru, en versión reducida, ya que pese a que solo tiene 4 kilómetros todas sus rampas tienen una pendiente de entre el 15% y el 22% y con el tramo más duro en meta.

La irrupción del Mas de la Costa ha revolucionado más si cabe a los cicloturistas de la provincia. La fiebre por la bici está enganchando incluso a muchos runners, que los fines de semana realizan doblete, es decir, el sábado hacen tirada larga corriendo y el domingo en bicicleta, o viceversa.

Los piques y la serpiente de corredores que desfilan todos los fines de semana en el Mas de la Costa desde que la Vuelta lo hizo famoso son ya un clásico. Incluso los profesionales, como el pasado sábado Nairo Quintana y Fran Ventoso, se vienen a Llucena a probarlo. Sin duda, el mejor reclamo turístico. H