Pruden Sáez ya ha cambiado el albinegro por los colores rojiblancos. Castellón y Atlético de Madrid confirmaron ayer el traspaso del habilidoso extremo izquierdo, en una operación cerrada en las últimas 48 horas, aunque ya se fraguaba desde hacía días. En lo futbolístico, los orelluts pierden mucho, pero en lo económico ganan un fijo de 50.000 euros, más la opción, en función del rendimiento del futbolista y su progresión ya como colchonero, de que la operación supere ampliamente los 100.000, según fuentes consultadas por Mediterráneo.

El Castellón, siendo consciente de la determinante aportación del extremo zurdo en esta campaña, reflejada en los tres goles y la decena de asistencias que ha firmado, ha valorado, a la hora de dar el visto bueno a la operación, cuestiones deportivas, aunque también económicas, fruto del proceso concursal y, sobre todo, de las obligaciones derivadas de los requerimientos de Hacienda y Seguridad Social. A la postre, el club podrá terminar de cubrir los pagos con el primero de los organismos en lo que resta de temporada; o bien el que debería afrontar con el segundo antes de la conclusión de este ejercicio.

MÁS FACTORES // Además, el Castellón es consciente, después de los cantos de sirena que le habían llegado a Pruden (el Barcelona también había llegado a sondear su incorporación), del efecto contraproducente que habría podido tener en el futbolista quedarse hasta que acabase la campaña en curso, habida cuenta del carácter volátil y hasta cierto punto volcánico del torrentí (21 años), que después de haber desfilado por las canteras del Valencia, Real Madrid y Elche parecía haberse asentado (y centrado en Castalia). Curiosamente, su etapa en el Castellón ha durado exactamente un año menos un día: llegó un 27 de enero y dijo adiós el 26 de enero.

TODOS SACAN PROVECHO // Las cifras de la operación permanecen guardadas bajo llave, por cualquiera de las tres partes implicadas (Castellón, Atlético y futbolista), pero si al final se ha cerrado, era porque satisfacía a todos.

Extraoficialmente, los albinegros entienden que lo que van a percibir desagravia con creces la marcha de un futbolista del caudal y recursos de Pruden, para quien el salto a la entidad rojiblanca, aunque sea inicialmente con el mismo objetivo que aquí (luchar por el ascenso de su filial a Segunda B), compensa una nueva mudanza. “Es una opción muy interesante para el futuro del chaval”, esgrimía Sergio Barila, representante del torrentí.

En cuanto al Atlético, con la sanción de la FIFA en ciernes por las irregularidades cometidas a la hora de fichar a extranjeros menores de edad, le urge reforzar sus plantillas, precisamente ante la imposibilidad de hacerlo, durante dos mercados consecutivos, de forma inminente.

Quien sale perdiendo es la afición albinegra, que ya no podrá seguir viendo, cada 15 días, a un futbolista diferencial. H