El Villarreal B recibe esta tarde (se podrá ver en diferido a las 12.00 de mañana por TVCS Mediterráneo) a uno de sus principales rivales para clasificarse para el play-off, el Cornellà. Con solo 12 puntos por disputarse, ambos ambicionan certificar su plaza en la promoción de ascenso. La emoción está garantizada en el Mini Estadi. Los dos conjuntos se pueden permitir perder un partido y seguir dependiendo de sí mismos, aunque la retirada de la competición del Ontinyent ha otorgado un partido de ventaja al Lleida y al Badalona, principales perseguidores de los puestos de ascenso.

El Mini Submarino sería virtualmente equipo de play-off si gana este fin de semana. «Ganar el partido del Cornellà es clave; si no lo hacemos y los perseguidores no fallan todo se va a comprimir más», refrenda el preparador amarillo, Miguél Álvarez, que espera poner en serios aprietos a los del Baix Llobregat, que de caer esta tarde perderían buena parte de su renta y tendrían mucha más presión hasta el último partido de la liga regular.

El Villarreal B llega a la cita de hoy con buenas sensaciones tras su última victoria a domicilio ante el Teruel (0-2). Ahora, después de dos partidos sin conocer la victoria como locales, el objetivo de los groguets es reencontrarse con el triunfo ante su público. En el último partido en casa el conjunto amarillo se puso inicialmente por delante pero su rival, el Ebro, le acabó dando la vuelta al marcador (1-2).

El filial amarillo seguirá contando con las bajas de los lesionados Lomotey, Lozano y Mario González, ausencias que se suman a las ya habituales de los futbolistas que ya tienen un rol importante en el primer equipo, como Chukwueze, Xavi Quintillà y Manu Morlanes.