El Vicente Calderón ha sido el estadio elegido este lunes para la disputa de la final de la Copa del Rey entre el Barcelona y el Sevilla. La junta directiva de la Federación Española de Fútbol (RFEF) ha tomado la decisión con el visto buenos de los clubs finalistas, que habían acordado previamente que el partido se jugara el 22 de mayo y no el día 21, como en principio estaba fijado en el calendario. El estadio rojiblanco, ofrecido por el Atlético, ha sido el preferido ante la imposibilidad de contar con el Santiago Bernabéu, el recinto preferido tanto por su capacidad como por la distancia entre ambas ciudades y sus facilidades de acceso.

La coartada del Madrid ha sido esta vez el concierto que el día 21 de mayo ofrecera en el recinto madridista Bruce Springsteen, evento que comfirmó la promotora el martes pasado después, aunque de forma oficiosa la directiva blanca ya había filtrado que bajo ningún concepto cedería el estadio, como ocurrió la pasada temporada con motivo de la final entre el Barça y el Athletic. Por si acaso, miles de aficionados exigieron a gritos que no lo hiciera durante el partido contra el Athletic en el Bernabéu.