La potencia y las portentosas cualidades físicas de Alfonso Pedraza tienen su fórmula secreta. En este caso, la receta se compone de muchas horas de trabajo y un estricto control de lo que se llama entrenamiento invisible. Al margen de que en las sesiones habituales en la Ciudad Deportiva de Miralcamp siempre ha sido uno de los futbolistas que destaca por su esfuerzo, Pedraza tiene su propio plan de trabajo al margen de las sesiones del Villarreal.

Trabajo extra en el gimnasio de su casa, preparado con aparatos de última tecnología, y dedicando dos días a la semana a un plan especial para él diseñado por un preparador físico que costea de su propio bolsillo el cordobés.

Estricto control de la dieta y culto absoluto al descanso con un control de los horarios seguido con una disciplina espartana. Una fórmula secreta que realmente no tiene otro secreto que la profesionalidad.

Pedraza está tirando del Submarino desde el carril izquierdo. Dotado de una fuerza descomunal que le permite plantarse de área a área y dejar atrás hasta al más veloz de los defensas de LaLiga. Potente y racial como un auténtico pura sangre, este cordobés de 22 años se ha convertido en una de las sensaciones del renacido conjunto groguet.

Un superdotado físicamente al que Calleja ha sabido encontrarle el sitio adecuado para explotar su velocidad y potencia con unas galopadas por el carril zurdo que le han dado oxígeno al equipo… y goles importantes como el de Lisboa y ante el Sevilla.

PURA SANGRE / El cordobés suma 3 goles y 5 asistencias, pero todo apunta a que los números continuarán creciendo. Su versatilidad para jugar a lo largo de la banda izquierda le han convertido en un futbolista cotizado y valorado por los scoutings europeos. Lateral, carrilero y extremo son las posiciones en las que Pedraza puede actuar con eficacia, aunque su explosión definitiva ha llegado dentro del 3-5-2 que Calleja parece haber diseñado para él, porque le viene como un traje a medida.

El internacional sub-21 ha disputado el cien por cien de los minutos en los cuatro partidos en los que Calleja ha estado al frente del equipo desde su regreso al club amarillo. Su fortaleza física no es producto de la casualidad. Al margen de sus condiciones naturales, Pedraza cuida hasta el más mínimo detalle.

Mientras otros futbolistas invierten su dinero en coches de lujo, Alfonso mantiene el mismo vehículo que se compró cuando era un desconocido juvenil. En su casa de Córdoba ha montado un gimnasio que para sí quisieran algunos centros deportivos, igual que en su vivienda de Castellón una habitación está reservada para los aparatos con los que hace horas extras cuando se encuentra en su domicilio.

TRABAJO INVISIBLE / Más de lo mismo con la alimentación. Del seguimiento estricto de su dieta, vigilada por el nutricionista del club y también por un profesional fuera de la entidad al que acude por su cuenta para complementar y extender la vigilancia sobre los alimentos que ingiere. Su gran sacrificio es privarse del chocolate y los dulces, aunque se permite alguna incursión con el cacao con pureza del 90% para matar el gusanillo.

Obsesionado con el descanso, cena y se marcha a la cama todos los días a la misma hora. Es el entrenamiento invisible que hace mejores a los deportistas y que es vital en un mundo tan exigente como el fútbol, aunque en muchos casos el falso divismo que rodea a este deporte que mueve tanto dinero, convierte lo que debería ser normal en extraordinario. Por ello, los datos de las pruebas de esfuerzo o kilómetros recorridos en cada partido de Pedraza son asombrosos. Y posee un índice de materia grasa alrededor del 5,5%. Un auténtico portento.