La fortuna del fútbol sonrió a Irán, que ganó por 0-1 a Marruecos con un gol en propia meta de Aziz Bouhaddouz en el minuto 95, en un duelo que parecía condenado al 0-0. El turco Cuneyt Çakir alargó la segunda parte en seis minutos, una prolongación que los de Carlos Queiroz aprovecharon para desequilibrar la contienda en San Petersburgo.

El conjunto persa, que se había dedicado todo el partido a esperar a los africanos para salir al contragolpe, se encontró con tres puntos en un saque de esquina desde la izquierda que Bouhaddouz, en su intento por despejar, introdujo en la portería de su compañero Munir, condenando al conjunto magrebí, que había sido más ambicioso.

De esta manera, Irán consiguió su primer triunfo en su primer duelo de un Mundial y se enfrentará a España, una de las favoritas del grupo B, con tres puntos en el bolsillo, mientras que Marruecos se irá de vacío y con la sensación de haber merecido mucho más, especialmente por su ambiciosa propuesta de los primeros minutos del partido.