Tras el empate en Zúrich, Fran Escribá se hacía de cruces por fallar «tres ocasiones de gol sin portero». Contra el Alavés no se dio ninguna oportunidad de este tipo, pero sí existieron muchas y variadas: «Cerca de 20 tiros seguro que hicimos. Llegamos más que en otros partidos. Nos está costando. Los delanteros son los que tienen la presión añadida en ese sentido. Espero que cojan la racha como pasó al principio».

Se le preguntó al técnico por el sentir de un equipo que culminó contra el Alavés una semana decepcionante. Esta fue su respuesta: «Les veo como siempre. Lógicamente más enfadados, pero con la ambición de levantarse. Siempre he dicho que tras dos victorias no hay que dormirse; mucho menos tras dos derrotas».

El técnico valenciano pedía «centrarse en la Copa» como mejor remedio para olvidar, al tiempo que no quería excusarse en el poco tiempo que transcurrió entre el partido ante el Zúrich y el del Alavés: «Si encajamos en el minuto 15, no tiene nada que ver. Los primeros 20 minutos estuvimos fuera del partido. A nivel de fútbol no estuvimos mal, pero el resultado tapa muchas cosas. Faltó efectividad arriba», señaló.

Recordando el traumático inicio de partido, señalaba también Escribá la falta de intensidad defensiva: «No apretamos a Deyverson ni a Camarasa. Si alguien defensivamente se olvida de sus funciones, no llegamos. Ellos quedaron muy libres para jugar cómodos. Apretamos más en la segunda mitad y nos fue mejor”.

Sobre su planteamiento en la segunda mitad, el técnico amarillo desveló lo siguiente: «Adelantamos a Manu y dejamos a Bruno como único mediocentro. Lo que no iba a hacer es meter una defensa de tres o algo así. Creo que si llego a intentar ir a la épica nos hubieran pintado la cara y hubiésemos hecho un ridículo importante». Justificó además el cambio de Soriano al descanso de esta forma: «Kiko y Édgar creaban superioridades al lateral y Chery sujetó más al equipo».