Jordi Bruixola, en nombre del grupo castellonense que aglutina a empresarios y futbolistas de la provincia, se ha lanzado en una nueva intentona para echar a David Cruz de su poltrona en el CD Castellón. En su intento por hacerse con las riendas de la gestión de la SAD, el que fuera director general en el tramo final de la pasada temporada ya cuenta con el beneplácito del Ayuntamiento a la hora de liderar el plan de salvación del club, después de las reuniones mantenidas en los últimos días. Una tentativa que puede ser ya la última para que el Castellón encuentre una salida, abocado a la disolución de forma prácticamente inminente.

LAS MANIFESTACIONES

Mediterráneo ya informaba, en su edición de ayer, de los últimos movimientos de Bruixola, que coinciden con el cierre de la ampliación de capital (mejor dicho, del tercer y último plazo, dirigido a los que todavía no son propietarios de títulos, lo soliciten), todo ello con la otra espada de Damocles pendiendo sobre la simbólica cabeza de la entidad: el expediente de liquidación por parte de la Agencia Tributaria, a la que Cruz no abona los alrededor de 20.000 euros mensuales desde hace ya más de medio año.

Bruixola se ha pronunciado, a través de las redes sociales, sobre este intento, encaminado a lograr las riendas de la entidad. En su perfil personal de Twitter manifestó ayer, en cuatro mensajes, que están «intentando evitar que el Castellón desaparezca». «En este sentido, voy a dejar bien claro que nunca me he reunido ni conozco al señor Isidoro Gasque». «No soy el factótum de ningún grupo político», subrayó a continuación antes de concluir que «la única verdad es que para evitar la liquidación del club, se necesita la unión de aficionados, empresarios e instituciones», puntualizó. «Todos juntos», recalcó.

VÍA PROVINCIAL

A falta de definir el proyecto, la vía provincial es la que concita el interés del aficionado. Bruixola, en sus poco más de tres meses que estuvo al frente la dirección ejecutiva del club, mostró un tono conciliador con una correcta gestión, por ejemplo, de los precios de los play-off.

El Castellón afronta días cruciales para su supervivencia. Al margen de pelear por clasificarse para la fase de ascenso a Segunda B (le falta un punto, que debe conseguir el domingo en Castalia, frente al Olímpic), vive pendiente de una ampliación de capital cuya fecha para pedir nuevas acciones ya ha concluido, al margen de la ejecución del expediente de la Agencia Tributaria por los impagos de los últimos meses, dos circunstancias que abocarían a la entidad a su liquidación.