Siete de los nueve clubs españoles representados en la European Clubs Association (ECA), entre los que se encuentra el Villarreal, se oponen frontalmente a la propuesta de las nuevas competiciones continentales planeada por la UEFA y el propio comité ejecutivo de la ECA, en la que se postula una Champions prácticamente cerrada a las entidades con mayor poder en el concierto continental, incluidos el Madrid y el Barcelona, los únicos clubs de LaLiga que ven con buenos ojos el nuevo modelo de Champions que entraría en vigor a partir de la temporada 2024/2025.

La entidad amarilla está representada en Malta, donde se celebra desde ayer y hasta hoy la asamblea general de la ECA, por su consejero delegado, Fernando Roig Negueroles. La postura del Villarreal es la de oponerse completamente a la propuesta de cerrar la Champions a 32 equipos, con ocho ascensos y descensos cada temporada que se decidirían en otras dos competiciones continentales de inferior rango, la actual Europa League (32 componentes) y otro escalafón inferior en el que militarían 64 equipos. Únicamente cuatro plazas serían asignadas por los méritos en las ligas nacionales, una cifra ridícula y que haría que los torneos de la regularidad fueran casi intrascendentes cara a poder estar presente en el gran escaparate del fútbol europeo de clubs.

APOYO DE LA PREMIER

El Villarreal entiende que «la propuesta representa una futura amenaza para los clubs, las ligas nacionales y el fútbol europeo en general» —apuntó ayer en un comunicado—, postura que comparten Atlético de Madrid, Sevilla, Valencia, Athletic Club, Real Sociedad y Málaga. Las siete SAD suscribieron un documento en el que critican el intento de modificar los actuales formatos de torneos UEFA, en lo que consideran un «ataque frontal a la estabilidad del juego» y «la mayor amenaza en la historia del fútbol europeo en los últimos años».

El grupo de siete clubs entre los que se encuentra el Villarreal van en sintonía con la postura unánime de los equipos de la Premier League, que el pasado miércoles hicieron público un documento en el que, además de percutir sobre los aspectos negativos del nuevo formato de Champions criticado por los siete equipos españoles, pidieron a UEFA y ECA que «cualquier cambio respete las peticiones de las ligas domésticas».