Cuatro años después de la última conquista de la cima del Angliru por el francés Kenny Elissonde, La Vuelta regresa al olimpo del ciclismo español, cuyas temibles rampas serán testigo de la madre de todas las batallas de la presente edición de la ronda, aún sin resolver del todo.

Se trata de la última oportunidad para los aspirantes al título, y en especial para corredores como el italiano Vincenzo Nibali, vencedor en 2010, quien llega como líder de la oposición a 1.37 minutos. Pero aparte estarán en juego las plazas del podio, del top-10 y el honor de alzar los brazos en tan mítica cima.

Otra Vuelta montañosa ha dejado una puerta a la incógnita hasta el último día, como soñaba la organización. Los finales en alto de Cumbres del Sol, La Pandera, Sierra Nevada, Los Machucos... no han sido suficientes para sentenciar la clasificación general. Las dudas las despejará el coloso asturiano. Ahora o nunca.

Chris Froome (Sky) se presenta con el jersey rojo. De momento es el corredor más regular y ha aguantado en la montaña en la misma medida de lo que se ha dudado de él a la hora de afrontar los puertos. Ha resistido los innumerables ataques de Contador y echará el resto en el puerto donde el español Juan José Cobo batió en el 2011 al propio Froome y Bradley Wiggins.

otras dos ascensiones / Llega el día más esperado, el del Angliru, el Zoncolan español, un puerto comparable con la no menos mítica cima italiana, donde el ciclismo, dicen, se hace inhumano. La jornada tendrá como aperitivo La Cobertoria (8 kms al 8 por ciento) y El Cordal (5,7 kms al 8,6). En día de presumible lluvia, ambos se pueden convertir en auténticos infiernos para los supervivientes de la serpiente multicolor.

El Angliru será el final de la 20ª etapa, un suplicio de 12,5 kilómetros de ascenso, con pendientes máximas del 23,5 por ciento y un total de 1.255 metros de desnivel hasta alcanzar 1.570 de altitud, donde el aire da esquinazo a los pulmones del corredor.

El puerto del municipio de Riosa está considerado como uno de los más duros del ciclismo mundial junto al Mortirolo y el Zoncolan. Empezó a escribir su historia en La Vuelta en 1999, cuando venció el malogrado Chava Jiménez, un día en que el abulense apareció en meta en medio de la espesa niebla, como por arte de magia, adelantando al ruso Pavel Tonkov en los metros finales. Hoy volverá a dictar sentencia.