El británico Chris Froome, líder del Tour de Francia, aseguró que en todo momento durante la novena etapa se esperaba el ataque del colombiano Nairo Quintana, que finalmente no llegó.

"No paraba de pensar que llegaría el ataque, me lo esperaba hasta el último kilómetro. Me preguntaba si estaba guardando fuerzas para un gran ataque, pero como no lo ha hecho quiero pensar que estaba al límite de sus fuerzas. Se ha mantenido pegado a mi rueda", indicó el ciclista del Sky.

Froome destacó la dureza de la etapa, tanto por su perfil, con cinco puertos y meta en el de categoría especial de Arcalis, como por las condiciones climáticas.

"Hemos empezado con mucho calor y luego se nos ha caído el cielo encima. Hemos pasado de un extremo al otro y eso ha puesto las cosas más difíciles", dijo.

"Pero para mi ha sido un buen día, estoy contento de mantener el amarillo y ha sido gracias al trabajo de mis compañeros. No nos lo han puesto fácil, con los ataques desde el primer momento de Valverde y Contador. Pero no hemos tenido pánico", señaló.

Froome recordó que antes del inicio del Tour ya había avisado de que sería "la mayor batalla" de su carrera y aseguró que "hoy se ha demostrado".

"No es fácil estar a rueda de mis rivales en este Tour, el nivel es mas elevado que otros años. Es una batalla en cada instante", dijo.

El británico afirmó que le sorprendió la retirada del español Alberto Contador, sobre todo porque el ataque que hizo en el puerto de Bonaigua, nada más empezar la jornada, invitaba a pensar que se había recuperado.

"Pero debía sufrir de sus lesiones. Es una pena, hubiera dado más picante a la carrera. Es una pérdida, pero se centrará en otros objetivos hasta final de año. Ahora ya no tendremos que estar vigilantes a sus ataques lejanos, aunque es una pena para el interés de la carrera", indicó.