Almazora y Castellón mostraron luces y sombras, a algo más de tres semanas para el arranque liguero, para empatar a dos goles. Los locales se fueron al descanso con un 2-0 que los orelluts neutralizaron después, tras el oportuno carrusel de cambios en el que no participó Meseguer: el vila-realense, que sí había jugado el miércoles ante al San Pedro, no se visitó de corto, con lo que su salida está cada vez más próxima.

El Almazora, de salida, se tomó el partido como si ya fuera de competición, encerrando al Castellón en su parcela, controlando la posesión y llegando ante Sabater, que vio como Rai abría el marcador pronto (minuto 5).

Los albinegros tardaron en reaccionar, pero no crearon peligro hasta pasada la media hora, con dos buenas ocasiones a cargo de Víctor Pino y Arturo, abortadas ambas a cargo del guardameta Valerio. Sin embargo, Iván Fandos, recogiendo el rechace del poste después de un remate de Rai, dobló la ventaja de los de Iván Medall, ya en los compases finales del primer periodo.

Castelló modificó de arriba a abajo su equipo en el descanso, a diferencia del técnico local, que fue introduciendo los cambios poco a poco, lo que provocó unos momentos de cierta tensión, debido a los reiterados parones. El preparador de Bocairent, incluso, se quejó de que no había luz.

Así, cambiaron las tornas y, con una alineación con más futbolistas candidatos a estar en el once de la primera jornada, consiguieron neutralizar a un Almazora muy respondón. Lolo Ivars sacó a relucir su excelente golpeo de balón con el libre directo del 2-1 (minuto 69) y, no mucho después, Fonte completaba su regreso anotando su primer gol después de muchos meses lesionado.

El Almazora terminó en las antípodas de como había arrancado el partido, sin apenas noticias en ataque y viendo como a duras penas mantenía el empate. Yagüe disfrutó de una de las últimas acciones para que los orelluts volteasen del todo el marcador.

El José Manuel Pesudo vivió un encuentro más nervioso de lo esperado, con un tiempo claramente para cada equipo. Con las plantillas casi cerradas a falta todavía de tres semanas para el arranque liguero, Medall y Castelló extrajeron valiosas conclusiones. H