El municipio de Culuú, unos 450 kilómetros al norte de la ciudad de Buenos Aires, adquirió este sábado de congoja una relevancia insospechada. Es el pueblo natal de Emiliano Sala. “Siempre en nuestros corazones”, dice ahí un cartel en homenaje al futbolista que vio truncada su vida en el Canal de la Mancha. Sus habitantes se trasladaron 15 kilómetros hasta Progreso, otro pueblecito tan pequeño como el suyo, donde se encuentra el club San Martín y donde se celebró esta tarde el funeral de Sala.

En ese club empezó Sala una carrera deportiva completamente desconocida para los argentinos hasta que sobrevino la tragedia aérea. El féretro del jugador fue llorado en el gimnasio. Allí lo cubrieron con una bandera rojinegra del club. “Tu legado será eterno”, se rezaba. “Nunca caminarás solo”, se había escrito en otra bandera. Una imagen de Sala en la que grita un gol con la camiseta del Nantes acompañó la ceremonia.

Un chico con la camiseta de Sala, ayer en Progreso. / AFP

Nicolás Pallois, uno de sus amigos en el equipo francés, participó del velatorio en nombre del Nantes. Las puertas del gimnasio se cerraron después del mediodía. La familia le dio el último adiós antes de la cremación. El cortejo al cementerio fue acompañado por las divisiones infantiles de San Martín.

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Sala había sido comprado por el Cardiff City de Gales por 17 millones de euros. La avioneta Piper PA-46 Malibu que lo trasladaba a su nuevo equipo se perdió en el mar el 21 de enero. La muerte del jugador estremeció al mundo y, en particular, a una Argentina que suele seguir con obsesión las ligas europeas pero no sabía nada sobre su existencia.

El entrenador del Cardiff, Neil Warnock, estuvo en Progreso. “El recuerdo de Emiliano nos trae lágrimas a los ojos. Todo el pueblo está unido. Estas cosas no suceden en el fútbol”. Warnock contó una de sus últimas conversaciones con Sala. El argentino le había prometido ser clave en su equipo. “Yo le dije que seguro iba a ser así. Tenía un corazón gigante”. Al entrenador, como a todos en Progreso y más allá de sus calles, no le quedó otra posibilidad que hablar del malogrado deportista en tiempo pasado.