Estaba el partido complicado para la Juventus. El Milan había asomado con peligro a la portería de Szczesny, pero no lograba acertar con el último disparo para ganar. Entonces, Maurizio Sarri, el técnico de la Vecchia Signora, ordenó el cambio de Cristiano Ronaldo, que no había tenido peso alguno en el partido con un juego triste. Era el minuto 55. Se fue el portugués y entró Dybala, convertido en el héroe juventino cuando firmó el gol del triunfo (1-0, m. 77), que le consolida en el liderato de la Serie A.

Pero Cristiano se fue con mala cara del campo. Ni pasó por el banquillo. Saludó fugazmente a Dybala, miró con enfado hacia Sarri, al que dirigió alguna palabra, aunque ni siquiera las cámaras de televisión pudieron captar el contenido de ese mensaje. Y se marchó directamente al vestuario. «Si se ha enfadado me gusta. No tengo ningún problema con él», argumentó luego el entrenador de la Juventus para evitar cualquier polémica.

Pero hay caso Ronaldo. Por vez primera desde que llegó a la Juventus ha sido sustituido en dos partidos de forma consecutiva y siempre entró Paulo Dybala en su sitio. Así ocurrió en Moscú ante el Lokomotiv con 1-1 en el marcador cuando el portugués abandonó el campo (m. 82). El gol de Douglas Costa en el último suspiro (m. 93) le dio el triunfo a la Juventus. Así sucedió también en Turín: 0-0 con Cristiano Ronaldo y luego 1-0 sin él.

Problema en la rodilla

Hay caso porque hasta Fabio Capello, que ejerce de comentarista en la televisión, se unió con unas duras críticas. «Lleva tres años sin regatear a nadie.», dijo el que fuera entrenador del Madrid. «Quiero agradecer que esté jugando y esté a nuestra disposición. En el último mes ha tenido un problema en la rodilla», dijo Maurizio Sarri. Cristiano ni esperó al final del partido para abandonar el estadio. «Si es verdad que se ha ido antes del final es un problema que debe resolver con sus compañeros», añadió el técnico, que tuvo, según Fabio Capello, el «coraje» de cambiarle.