Niebla en el canal. El continente, aislado». Es impreciso el origen de la célebre cita. Algunos lo atribuyen a un titular de portada en The Times. Otros en Daily Mail. Se dice también que fue una alerta lanzada por el servicio metereológico en periodo bélico. Ha hecho fortuna, en cualquier caso, como un chiste de ingleses para ingleses y que se ha recuperado como recurso sarcástico en los últimos tiempos a cuenta del brexit. Cabe ahora utilizarlo también para lo acontecido esta semana en el fútbol. Los equipos de la Premier han sumido en las tinieblas a unos cuantos gigantes continentales, particularmente el Barça, y su liga se ha henchido de orgullo después de copar las dos finales europeas.

Ningún país antes había conseguido que tanto los equipos de la final de la Champions (Liverpool-Tottenham) como de la Europa League (Chelsea-Arsenal) procedieran de la misma competición doméstica. Razón para sentirse a gusto, para presumir de que la liga más fascinante de Europa se juega más allá del canal de la Mancha. «Siempre dije que la Premier es la mejor liga del mundo, no solo por la cantidad de buenos jugadores, sino porque no resulta fácil para los equipos más poderosos derrotar a los que están en la zona de descenso», expuso ayer Manuel Pellegrini, técnico del West Ham y ex del Villarreal.

MUY BUENA SALUD / No fue la única declaración en este sentido. Al contrario. Ayer era día de ruedas de prensa de entrenadores de cara a la última jornada de liga y abundaron los elogios a la pulsión competitiva de los cuatro finalistas y al nivel de la Premier, que sin duda se ha beneficiado de un contrato televisivo fabuloso. Entre todos los equipos se repartieron la campaña pasada de forma bastante equitativa unos 2.270 millones. El club con más ingresos, el Manchester United, recibió unos 170 millones; el que menos, el West Bromwich, el colista de entonces, unos 108. Para ponerlo en perspectiva, de LaLiga solo Barça y Madrid ganaron más dinero que el West Bromwich por derechos de retransmisión.

Con ese dinero han importado a los mejores entrenadores (Pep Guardiola, Mauricio Pochettino, Jürgen Klopp...), pero no necesariamente a los mejores jugadores. Hay muchísimos de muy buenos y muy caros. Pero Messi, Neymar, Mbappé, Cristiano o Suárez no militan en la Premier.

PROTECCIÓN AL AFICIONADO / «Que haya cuatro finalistas en Europa lo dice todo. No es como cuando yo jugaba, que siempre ganaba el Arsenal o nosotros. Es muy competitiva», dijo ayer Solsjkaer, entrenador del Manchester United, el único grande sin alegrías.

La Premier protege a los aficionados, cosa que no parece hacer la UEFA. Lo denunció ayer mismo Klopp. «He visto que los vuelos a Madrid están carísimos. Y habitaciones que valen normalmente 100 libras ahora cuestan 2.500. Es de locos», subrayó. También se quejaron Arsenal y Chelsea. Por tener que desplazarse a Bakú, la capital de Azerbaiyán. Y con solo 6.000 entradas para cada club en un estadio para 68.000.