El Villarreal no concederá ventajas al Slavia. La lección del partido de ida en el Estadio de la Cerámica ha sido bien aprendida. Conoce los puntos fuertes del Slavia, que se basan sobre todo en su fortaleza física y su juego aéreo. En ambas facetas, como se demostró en el Metropolitano ante el Atlético, se ha mejorado mucho. Y Calleja no conoce otra táctica que ir a por el rival sin miedos. Ganar, ganar, ganar y ganar, el discurso de Aragonés y que el madrileño ha interiorizado como propio e inculcado a sus jugadores.

No es un partido más el de esta noche en Praga. El Villarreal se ha acostumbrado a viajes con vértigo por Europa, ya casi una rutina para los amarillos, que se han habituado a jugar con presión los partidos finales de la fase de grupos. No importa que los rivales sean de mayor o menor rango aristocrático. Praga es una final en el ecuador de la liguilla de la Europa League. No solo ser primero de grupo está en juego —los antecedentes de la pasada temporada con el cruce contra la Roma en dieciseisavos sirvió de alerta por concluir segundos de grupo—; tampoco el pase de ronda está asegurado.

Calleja mantiene la ambición en todos los frentes, incluida la Copa del Rey. No parece dispuesto a no tomarse en serio ninguna de las competiciones en liza. El joven técnico tiene ambición y hambre de triunfos, y sueña con ese título que no pudo saborear en sus siete años como jugador del Villarreal y que es el anhelo de todos los que componen la familia grogueta. Por ello, el once que alineará en el Edén Arena de Praga mantendrá una mezcolanza de indiscutibles pero también se dará descanso a algunos de ellos, pero en cualquier caso no se saldrá de ese grupo de los 15 ó 16 futbolistas que componen el núcleo duro de Javi Calleja.

LISTA DE 20 JUGADORES / El Villarreal aterrizó ayer pasadas las 14.15 horas en Praga con una relación de 20 jugadores, entre los que figuraban cuatro jugadores del filial. Al portero suplente, Cantero, se unían el tercer guardameta habitual en los viajes por Europa, Fuoli, el central Pau y el centrocampista Chuca.

No habrá demasiadas sorpresas en el once, pero la incógnita es la combinación entre los que se tomaran un descanso pensando en el partido del domingo contra el Málaga y los que formarán el equipo que saltará al campo con la misión de ganar. Seguros serán Manu Trigueros y Álvaro González, ambos sancionados por acumulación de tarjetas para la visita del Málaga el domingo.

Mariano Barbosa mantendrá su puesto en la portería, donde se ha asentado como una garantía para el equipo más que como una solución de urgencia ante las lesiones de Asenjo y Andrés Fernández. El cuarteto defensivo presenta dudas en las bandas, pero parece probable que Mario continúe en la derecha y el serbio Rukavina juegue a pierna cambiada, ya que Adrián Marín todavía no ha adquirido el tono competitivo idóneo para esta clase de citas clave para el futuro del equipo. En el centro el italiano Bonera podría ser la novedad, aunque la pareja Álvaro-Víctor Ruiz parte como favorita dada la importancia del choque de hoy.

LA ZONA OFENSIVA / El rombo tendrá a Rodri, Trigueros y Fornals, con la duda de si será completado con Cheryshev o Soriano. En ataque parece fijo Bacca, talismán para esta competición que tan bien se le da, junto a Sansone, sin olvidar la opción Bakambu.

Un duro test para el Villarreal de Calleja que solo ha conocido la derrota en el partido de Copa del Rey en Ponferrada. Esta noche deberá superar una complicada prueba en Praga. El primer puesto del grupo y, lo más importante, la clasificación están en juego. El Villarreal saldrá a ganar. No cabe otra.