El Villarreal retomará la Liga este domingo con la intención de volver a disfrutar de una victoria lejos de Madrigal, una alegría que se resiste desde enero, cuando el doblete del capitán Bruno en Riazor -el último de penalti en la prolongación-- otorgaron el que es, hasta la fecha, el único triunfo visitante de los de Marcelino en este 2016 en las tres competiciones en las que han tomado parte.

Si el año se abrió con tres puntos en la Liga, la senda victoriosa lejos de casa se paralizó en los ocho desplazamientos posteriores. En la Liga se han sumado cuatro empates, eso sí, tremendamente meritorios, ante rivales como el Athletic, Atlético o Celta, además del Espanyol, mientras que la única derrota llegó en el campo menos deseado, el Pizjuán, ante el principal enemigo por la cuarta plaza.

La ausencia de victorias durante el 2016 ha tenido su continuidad en la Copa (derrota en San Mamés) y en Europa League, aunque las igualadas en Nápoles y Leverkusen resultaron muy satisfactorias para, en ambos casos, superar las rondas de dieciseisavos y octavos, respectivamente.

En la plantilla son conscientes de que el Villarreal deberá revertir la situación para mantener la ventaja con sus rivales directos por la última plaza de Champions. “Está claro que el objetivo pasará por ganar los tres partidos que nos quedan en el Madrigal, pero también alguno de los que tenemos fuera”, admite Trigueros, que no esconde que el equipo tiene “muchas ganas de volver a sacar tres puntos lejos del Madrigal”.

EL ANÁLISIS DE TRIGUEROS // En lo que va de año, solo cuatro equipos presentan peor balance de victorias a domicilio. Uno, por suerte, es el Sevilla, que junto a Depor, Rayo y Levante aún no se han estrenado en el 2016. Sin embargo, el resto de conjuntos que van a la caza del Submarino superan a los de Marcelino en esta faceta: el Celta ha sumado dos triunfos en estos últimos tres meses de Liga, uno menos que el Athletic.

Ipurua aparece como un escenario propicio para saborear un nuevo triunfo a domicilio 91 días después del último en Riazor, aunque para Trigueros las dificultades estarán ahí pese a la cómoda situación del Eibar: “Cada vez es más complicado ganar fuera porque todos nos jugamos mucho. El Eibar no será una excepción”. Volver a Vila-real con los tres puntos no solo mantendría, como mínimo, el cómodo colchón de seis puntos sobre Sevilla y Celta, sino que minaría la moral de los perseguidores. “Quedan pocos partidos y a partir de ahora cada victoria tuya es un mazazo para los rivales”, recalca Trigueros. H