Ha nacido una estrella. Y es de Burriana. El Gran Premio de Cheste, último del Mundial, tuvo un alto componente emocional para el aficionado. El que tenía que ser el fin de semana de Jorge Lorenzo (días antes anunció que se retiraba de la competición tras «haber perdido la ilusión») se convirtió en el bautismo profesional de Sergio García Dols. El castellonense, que debutó esta temporada en Moto3, logró su primer triunfo en Valencia tras un final de infarto con el italiano Andrea Migno.

Lejos de dejarse llevar por la euforia, Sergio, con la humildad que siempre le ha caracterizado, apenas festejó el triunfo el domingo. Sí que acudió a la cena privada que organizó Marc Márquez y su equipo, junto al team de Álex Márquez. Un acto sin alardes que sirvió para prolongar la gran relación que le une con el máximo estandarte del motociclismo mundial.

Márquez, su gran valedor

El de Cervera, que también salió de la escuela Monlau Repsol --Sergio entró en ella en el 2015, en el 2016 fue campeón de España y en el 2018 subcampeón mundial-- tiene una especial veneración hacia él. «Es un piloto muy joven, pero con unas condiciones enormes, nos va a dar muchas alegrías», afirmó Márquez tras la victoria de Sergio el domingo en Cheste.

El catalán es el espejo en el que se mira Sergio García para continuar su crecimiento como profesional. Sin embargo, el de Burriana ya puede presumir de haber logrado algo que ni el propio Marc consiguió: vencer en su primer año en el Mundial --el ocho veces campeón del mundo no descorchó el champán hasta su tercer curso en 125cc--.

«Es una casualidad (se ríe), Marc es mi referente y ojalá algún día pueda conseguir todo lo que él está haciendo. Es una leyenda», afirma Sergio a Mediterráneo tras instalarse en casa.

«No soy de celebraciones. Lo festejé cenando con el equipo, pero me fui a descansar pronto. Hoy --por ayer-- me han sorprendido mis amigos de toda la vida con una traca y les he prometido llevarles a Cheste a que conozcan el circuito», detalla.

Mirada al futuro

Como todos los campeones, Sergio solo piensa en ganar. Pocas horas después de su histórica subida al escalón más alto del podio en Cheste, el del Estrella Galicia 0,0 ya está cavilando sobre la próxima temporada. «El año se ha acabado cuando mejor me encontraba física y mentalmente, ojalá quedaran tres o cuatro Grandes Premios más», señala el burrianense.

De hecho, la próxima semana arrancan en Cheste los primeros entrenamientos con vistas a la campaña 2020, donde García Dols estrenará su condición de primer piloto en la escudería tras la salida de Alonso López y la llegada de Ryusell Yamanaka. «Siempre he tenido la certeza de que cuento con la confianza total del equipo y espero devolvérselo el próximo año. El objetivo es estar todas las carreras entre los 10 mejores y seguir creciendo», incide el castellonense. Pese a expresarse con la misma humildad que le caracteriza en las derrotas y en las victorias, el piloto señala un objetivo a largo plazo. «Todos los que estamos en el Mundial soñamos con ser campeones del mundo algún día. No sé si será el año que viene o más adelante, pero quiero pelear por levantar un título», concluye.