La selección española despegó hacia la Eurocopa 2020 con una goleada por 5-0 y una actuación más que convincente ante Rumanía, con un Gerard Moreno en modo killer y Santi Cazorla llevando la batuta del juego.

Se jugaba España entrar en el sorteo de Bucarest del día 30 como cabeza de serie. Necesitaba ganar. Lo hizo sin contemplaciones y con brillantez en los 45 minutos iniciales. Rumanía, eliminada tras caer ante Suecia y ahora pendiente de la repesca, no tenía nada más que el honor de defender la camiseta y de convencer algunos hombres a Contra, cuyo futuro está en el aire.

Con una grada del Wanda Metropolitano semivacía, España fue un vendaval. Eficaces en la presión, precisos y rápidos en el juego con Busquets, Cazorla, Saúl y Fabián muy inspirados, los jugadores españoles desdibujaron a los hombres de Contra.

Álvaro Morata, Cazorla, éste con un balón a un poste, y un gol anulado a Gayá fueron los avisos del inicio del festival en el que se convirtió el primer periodo que abrió Fabián a los ocho minutos.

Aunque un error del central del Athletic Club Íñigo Martínez dejó solo a Puskas ante Kepa, espléndido en el despeje, e incluso Rumanía pidió un penalti de Carvajal a Coman, España no bajó el ritmo y desarboló de forma repetida e insistente a los de Contra, que no encontró soluciones para reaccionar ante los de Robert.

CANDIDATO AL ‘9’ / Gerard, más que inspirado en este comienzo de temporada con el Villarreal, dio un paso de gigante para estar en la lista de la Eurocopa. Aprovechó el trabajo también de su compañero de ataque, Álvaro Morata, en el área, para sumar un doblete (minutos 23 y 43) y provocar el cuarto, que al final desvió hacia su meta Adrian Rus justo al borde del intermedio.

El descanso disminuyó la voracidad de España o al menos minimizó su efectividad ante Tataruçanu. Su superioridad siguió siendo absoluta. Convirtió el partido durante muchos minutos en rondos y en acciones similares a ataques de balonmano ante el repliegue de Rumanía.

La escuadra vestida de amarillo en el Metropolitano no se alejó de la decepción y de dar una imagen de depresión que solamente evitó en un par de escapadas sin resolución, casi siempre gracias a algún error de España en el manejo del balón.

Ramos y Morata tuvieron en sus botas el quinto, pero la Roja levantó paulatinamente el pie del acelerador. Robert Moreno movió peones. Dio entrada a Oyarzábal y Paco Alcácer en la faceta ofensiva y a Raúl Albiol por Ramos en la defensiva. Contra también hizo sus tres sustituciones.

El encuentro bajó enteros y Rumanía pudo respirar y llegar con más asiduidad a las proximidades del área de Kepa, aunque sin remate. Con todo resuelto y ante el frío reinante, el público empezó a desfilar hacia sus domicilios a falta de diez minutos. Los que se marcharon se perdieron el magnífico tanto de Mikel Oyarzábal con un latigazo desde la frontal del área colocado junto a un palo que puso la guinda al encuentro en la prolongación.

España cierra 2019 sin derrotas, con el billete de la Eurocopa asegurado, con la condición de cabeza de serie, pero con la incógnita del banquillo abierta, cuestión que no es menor.