Fue uno de los fichajes estrellas del pasado verano. Su caché, 40 millones de euros -su cláusula en el Espanyol--, lo valía y Gerard Moreno lo fraguó con un gran año en el Espanyol la temporada pasada, con 19 goles entre Liga y Copa, anotando 16 de ellos en el campeonato doméstico. Su nombre llegó a estar entre los ‘9’ para la selección española y es por ello que el Villarreal CF se apresuró en recuperarle. Además, para el Submarino su regreso solo le costaba la mitad, pagó 20 millones, ya que el 50% de sus derechos pertenecían a la entidad que preside Fernando Roig.

El jugador de Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona) está en su plenitud futbolística, con 26 años, consolidado como delantero de élite, siendo uno de los pesos pesados y con rol de importante en el vestuario groguet.

Pero el regreso a la que fuera su casa durante ocho años, del 2010 al 2017, con el break del Espanyol (y una cesión al Mallorca en 2013), no ha sido tan placentera y exitosa como se esperaba. La marcha del equipo, coqueteando con el descenso, y la mala dinámica han provocado un bajo rendimiento en todos los miembros del Submarino, él incluido.

El juego no ha sido el esperado y las prestaciones ofensivas tampoco… hasta el regreso de Calleja, que ha provocado que futbolistas como Gerard recuperen la sonrisa y vuelvan a sacar su mejor versión… e incluso los goles, ya que acumula 10 en tres competiciones.

El ariete amarillo recibió a Mediterráneo para analizar cómo se siente en estos momentos y cómo ha vivido una situación tan delicada hasta la fecha tanto en lo personal y en lo colectivo.

--Está siendo un año atípico. ¿Se esperaba un regreso diferente?

--Sí, la verdad es que sí. Hasta ahora la temporada está siendo difícil. No puedo esconder que hasta ahora no me ha salido un año como el que yo esperaba. Y en lo colectivo tampoco estamos dónde queríamos, que era peleando por puestos europeos.

--¿Y cómo lo vive el vestuario?

--El fútbol tiene estas cosas y se dan así, este es un año difícil que hay que sacarlo adelante como sea, por nuestra gente y por nuestro club. Porque para nosotros dentro del vestuario está siendo un año muy duro, tanto para futbolistas como cuerpo técnico y todo aquel que trabaja ahí dentro. Ahora tenemos que sacarlo de la mejor manera posible.

--¿Qué deben hacer de aquí a final de campeonato?

--En Liga debemos pelear por dejar lejos la zona de abajo cuanto antes y, además, tenemos una competición como la Europa League con la que estamos ilusionados y todavía queda temporada para acabar de la mejor manera posible y lograr cosas bonitas.

--Y en lo personal, ¿cómo lo está viviendo Gerard Moreno?

--Sí que es duro, la verdad. Porque tú estás acostumbrado a meter goles, a ayudar al equipo marcando. Pero vas viendo como las ocasiones no entran, que no metes goles y aparece la ansiedad que se apodera de ti. Quieres ayudar y no puedes, ya que para los delanteros lo importante es el gol. Y cuando estás en una racha larga en la que no te encuentras ni metes goles, al final es duro y difícil. Pero hay afrontarlo con positividad y entereza, pensando que la situación tiene que cambiar. Y en eso estamos. Creo que de aquí a final temporada podremos ayudar los delanteros con nuestros goles.

--¿Se siente más responsabilizado por lo que se pagó por usted y el peso que tiene en el equipo?

--Sí, la verdad es que me siento bien en el club, importante. Con la confianza del cuerpo técnico y mis compañeros, y eso es fundamental. Cierto es que al principio lo he pasado mal, por eso de que el gol no llegaba, por no encontrar el fútbol que el año pasado sí tenía. Pero cada vez me encuentro mejor y noto que todo el entorno en el club y el equipo me valoran, y así es más fácil reconducir la situación. Además, he tenido la suerte que en el vestuario siempre me han dado mucho cariño y mucho apoyo.

--¿En quién se rodea uno cuando en el fútbol van mal dadas?

--Por fortuna para mí, me he apoyado mucho en mi familia, en mi mujer y mi hija, que han estado en todo momento apoyándome a tope en el día a día. Y el resto de mi familia en Barcelona también, en especial mis padres y mi hermano que vienen a Vila-real cada 15 días. El papel de todos ellos es fundamental para mí, en especial para no pensar tanto en cosas negativas, porque se hacen bucles sobre lo que te pasa y no sales de ahí, por eso la familia ha sido clave. Me han ayudado a entender que estos son rachas y que las rachas cambian, y ahora ya juego más liberado y más suelto.

--¿Cuánto de importante es la cabeza en el fútbol?

--Muchísimo. Más de lo que la gente piensa. Gran parte del fútbol está en la cabeza, en la mente. De lo fuerte que seas, de lo centrado que estés… los que estamos aquí dentro sabemos que debemos de evadirnos de muchas cosas, estar centrados al día al 100% en lo que hacemos y lo que nos jugamos. Es otra parte más del fútbol con lo que debemos saber convivir.

--¿Ha llegado a tener miedo al error dentro del campo?

--Me he dado cuenta en varias ocasiones que he jugado más tensionado de lo que un futbolista tendría que jugar. El secreto debe ser saber disfrutar y divertirse dentro del campo, y lo que no debemos hacer es pasarlo mal dentro de un campo de fútbol. Y repito que me he sentido muy tensionado en varias ocasiones y eso te hace tener miedo al error. Y tampoco me da apuro comentarlo, porque es algo que creo que es muy habitual en el ser humano.

--¿Cómo afronta un vestuario los dos relevos de banquillo y la destitución de un técnico al que vuelven a traer tras mes y medio?

--Primero, reconocer que los cambios de entrenadores se han debido a que la plantilla no ha estado al nivel. Los principales culpables somos los futbolistas. A partir de ahí, ahora con Javi (Calleja) hemos recuperado esa energía y esa fuerza que nos hacía falta. Esas sensaciones mejores que necesitábamos tener. Aunque creo que antes no éramos tan malos ni ahora somos la ostia. Hay grandes jugadores y un gran cuerpo técnico que debemos demostrarlo, y ahora sí que lo estamos haciendo en estas últimas semanas. La plantilla se ha unido y hemos recuperado la autoestima.

--¿Psicológicamente pesa?

--Sí, porque somos una plantilla confeccionada para luchar por cotas importantes y cuando ves que no te salen las cosas, eso pesa. Ahora con Javi estamos reconduciendo lo que al principio no salió. Ni tampoco pudimos enderezar con Luis (García), que también nos supo mal porque pienso que es un entrenador bueno y con su staff trabajó mucho para que las cosas salieran lo mejor posible. Pero tengo claro que los culpables somos los jugadores.

--Y por fin llegan los goles.

--Hombre, eso ayuda mucho. Ahora estoy contento por haber recuperado el camino del gol. Pero más por los goles estoy satisfecho porque me encuentro más liberado dentro del campo, me veo con mejores sensaciones. Y eso es lo que busco, estar al 100%, que creo que lo estoy consiguiendo.

--Hablando en clave liguera, si se gana en Vigo…

--Pues habremos dado un paso de gigante. Estamos bien las últimas jornadas, pero debemos seguir con la guardia en alto y no confiarnos. Debemos ganar al Celta y así poder rematar los buenos resultados recientes y alejarnos de una vez de la zona baja. Si ganamos, daremos un gran paso. Es una final y aunque no sea definitiva, porque quedan muchos puntos y muchas jornadas, hay que ganarla. Afrontaremos el partido con el único objetivo claro de ir a ganar allí.

--¿Cómo se vive dentro de un equipo al que se le ve tan camaleónico, es decir, partidos con ratos buenos y momentos malos?

--Los que estamos dentro ahí metidos por el objetivo que estamos luchando, que ni quiero mencionarlo, notamos que nos cuesta ser regulares en los partidos. No conseguimos ser fiables al 100% los 90 minutos de juego, y eso pesa mucho. Porque te llega ese miedo a no ganar y la verdad es que cuesta. Creo que el equipo lo bueno que tiene es que sabe sufrir y al final sacar los partidos adelante, como se demostró ante el Levante y ante el Rayo. Creo que el equipo que se vio en la segunda parte ante el Rayo, ese es el Villarreal que queremos ver todos.

--¿Cuál es el objetivo de aquí a final de temporada?

--Pues salir de la zona baja, ganar partidos y conseguir la mayoría de puntos posibles. Debemos pensar en pillar a los de adelante y no mirar a los de atrás. Pero el objetivo al final es jugar un poco más tranquilos dentro de lo complicada de lo que está la temporada. El partido del Celta puede marcar dónde nos llevará la clasificación. Tampoco descartes ganar tres partidos seguidos y ver la clasificación de otra manera, pero para eso ya quedan pocos partidos. Solo debemos pensar en ir ganando e ir alejándonos de la zona de descenso.

--Por último, ¿la Europa League qué papel está desempeñando esta temporada?

--Personalmente soy de los que piensa que nunca hay que tirar una competición, y menos una tan importante como la Europa League. Y en este club todos pensamos así. Tenemos una gran plantilla preparada para afrontar con garantías las tres competiciones. Y cierto es que la Europa League nos ha dado esa confianza y esa moral para poder enderezar el rumbo de la Liga, a la vez de ir progresando en ella. El eliminar a rivales del nivel como el Sporting de Portugal o el Zenit nos han servido para revitalizarnos a todos los niveles.

--¿Y por qué no tener la ilusión de alcanzar una final?

--Estamos muy ilusionados en hacer algo importante, ¿por qué no aspirar a llegar lejos o jugar una final? Cada vez quedan menos equipos y solo quedan grandes. Solo viendo la calidad de los rivales… y viendo que estamos entre los ocho mejores, por qué no ilusionarse e intentar hacer felices a nuestra gente. Ya se verá, pero ganas no nos van a faltar, en especial en el derbi valenciano de cuartos de final, que si cabe te motiva más. La ilusión por poder ganar un título o poder disputar una final, nadie nos la va a quitar. Sabemos que es difícil, pero estamos capacitados para conseguirlo. Tenemos ese sueño que ojalá pueda hacerse realidad.

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