El nombre de Cédric Bakambu ya se ha asegurado un puesto de honor en la historia del Villarreal. El delantero franco-congoleño se llevó el balón del encuentro de ayer ante el Eibar, en el que sus compañeros estamparon su firma para conmemorar el primer hat-trick de Bakambu en la Liga española.

Pero, además, el esférico llevará impreso otro dato de relevancia: el gol 900 del Villarreal en la máxima categoría del fútbol español. A la tercera fue la vencida para un Submarino que hacía dos jornadas —ante el Espanyol y el Getafe— que buscaba sellar el tanto de un nuevo centenario para sus estadísticas. En la tarde de ayer, a los amarillos incluso les sobró uno.

LOS GOLEADORES

El 2-0 de Bakambu ante los armeros colocó al 17 a la altura de los otros groguets que marcaron los goles más señalados del Villarreal en Primera. De ellos, solo Bruno Soriano, autor en la campaña 2015/2016 del 800, se mantiene en la actual plantilla; el resto, bien defienden actualmente otras camisetas o, en otros casos, ya han colgado las botas, incluido el primer goleador centenario de la entidad amarilla en la máxima categoría: Gerard Escoda en el ejercicio 2000/2001.

La lista continuó a principios de la Liga 2003/2004 con Sony Anderson (200), mientras que el recordado Santi Cazorla —ahora en complicados momentos por una lesión de la que no acaba de recuperarse— fue el protagonista del gol 300 en la campaña posterior. Forlán (autor del 400 en la 2006/2007), Fabricio Fuentes (hizo el 500 en Mestalla, en la 2008/2009), Giuseppe Rossi (600, en la 2010/20 11) y Uche (hizo el 700 en otro derbi ante el Valencia, el de la Liga 2013/2014) antecedieron a Bakambu.

«Ha sido inolvidable», repetía el delantero del Villarreal tras el enceuntro, agradecido a «los compañeros», cómplices necesarios para que Cédric celebrara no solo el tanto 900 del club amarillo, sino su «primer hat-trick» con la camiseta del Submarino, que se añade a los que anotó en su etapa en el Bursaspor —uno en la Süperlig y otros dos en la copa de Turquía—.

El balón del gol 900 y del triplete de ayer lucirá en el domicilio familiar de los padres del delantero. «Será un regalo para mi madre», desveló Bakambu, que esquivó cualquier análisis del cambio en el banquillo: «No quiero hablar del pasado, solo trabajar muy fuerte con el nuevo entrenador».